Un agente de la Policía Nacional durante la presentación del dispositivo especial de seguridad para las campanadas de fin de año, en la Puerta del Sol, a 30 de diciembre de 2024, en Madrid (España). La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado sobre los efectivos y las unidades que participarán durante la tradicional fiesta de Nochevieja y bienvenida del año nuevo. La presentación del dispositivo ha contado con la presencia de representantes de unidades como la Unidad Especial de Guías Caninos y la Unidad de Prevención y Reacción y Grupo Operativo de Centro  Agentes de la Policía Nacional.

Eduardo Parra / Europa Press
30 DICIEMBRE 2024;POLICÍA;DISPOSITIVO;NOCHEVIEJA;CAMPANADAS
30/12/2024

Un agente de la Policía NacionalEuropa Press

Ayuntamiento de Madrid

Impotencia entre policías y guardias civiles por no poder hacer nada contra los okupas de Carabanchel

La impotencia se ha instalado entre los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tanto entre policías nacionales, como guardias civiles y policías municipales, por no poder dar respuesta a los vecinos de Carabanchel que están sufriendo una macrookupación en su edificio.

Así lo revelaba este jueves la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, quien, al igual que hiciera ya horas antes el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, mostró su indignación por la situación de okupación que están sufriendo en una urbanización de Carabanchel.

Y es que, desde el pasado mes de diciembre, varias familias peruanas, según las primeras pesquisas policiales, víctimas de una supuesta estafa, han okupado 28 viviendas en este barrio madrileño, ocasionando graves trastornos a los vecinos que residen de manera legal en el lugar.

En este contexto, la delegada del Área de Gobierno de Vicealcaldía, Portavoz, Seguridad y Emergencias del Consistorio madrileño trasladaba ese malestar instalado entre los agentes de Policía y Guardia Civil por no tener «una legislación que les ampare» para poder ayudar a estos vecinos que están sufriendo a los okupas en sus propias carnes.

Para Sanz, «no se puede poner en cuestión la propiedad privada» y es «urgente» modificar la ley para se pueda echar a los okupas en cuestión de 24 o 48 horas.

«Es urgente», insistía, antes de subrayar que «no es de recibo que esto esté pasando y que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no puedan actuar al respecto».

Batalla campal

El pasado 23 de diciembre, los okupas protagonizaron una batalla campal contra miembros de una empresa de desokupación que había contratado la promotora de las viviendas, Vivenio, para tratar de negociar con ellos y que se marcharan de las viviendas.

Sin embargo, lejos de lograr su objetivo, estas personas fueron expulsadas a palos por los okupas quienes, a su vez, denunciaron posteriormente en comisaria haber sufrido agresiones.

Este episodio de macrookupación saltaba esta semana a la palestra debido a su magnitud y se conocían detalles que han escandalizado a la opinión pública como que los okupas cuentan con su propio conserje que les abre la puerta desde dentro, para desesperación de los vecinos legales, quienes denuncian que estas personas no respetan las reglas básicas de convivencia, protagonizan peleas nocturnas y hacen ruidos.

Por su parte, la empresa inmobiliaria ha fortalecido las medidas de vigilancia, colocando alarmas en las viviendas aún vacías y ha anulado el funcionamiento de varios ascensores.

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