Restauración del reloj de Sol

Restauración del reloj de SolManuel M. García

El reloj de Sol pasa la ITV para volver a funcionar otros 30 años de manera ininterrumpida

No es habitual que un reloj de estas características funcione durante tres décadas sin una gran revisión, pero el de la Puerta del Sol lo ha conseguido

El reloj de la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, volverá a recuperar su sonoridad y funcionamiento habitual el próximo sábado 12 de abril al mediodía. Con ello, la Comunidad de Madrid finaliza los trabajos de mantenimiento realizados sobre este histórico emblema de Madrid y de España, que en el último mes ha dejado de dar puntualmente sus campanadas.

El Debate se adentró en el corazón de esta revisión y mantenimiento y pudo hablar con su relojero, Jesús López-Terradas. «Íbamos notando que la maquinaria iba perdiendo fuerza, y antes de que ocurra cualquier fallo es mucho mejor intervenir», explicaba el artesano.

La restauración se ha realizado en distintas etapas, comenzando por el sistema de las horas. «Hemos empezado desmontando esta parte, se ha limpiado, se han corregido defectos y se ha vuelto a montar», detallaba el relojero de la Puerta del Sol.

«Posteriormente, se ha trabajado en el sistema de los cuartos, que también ha sido desmontado, limpiado y engrasado, y ya está a punto para volver a lucir», ahondaba López-Terradas.

Durante la restauración, una de las tareas clave ha sido la revisión de los engranajes. «Lo primero ha sido la limpieza. Luego, hemos comprobado los ejes y pivotes para ver si estaban desgastados. Si lo estaban, los hemos corregido y pulido», explicaba.

Restauración del reloj de Sol

Restauración del reloj de SolManuel M. García

También se ha prestado especial atención a los centros de los puentes, debido a que si están demasiado agrandados pueden hacer que el mecanismo pierda fuerza y se retrase o deje de funcionar.

A pesar de los años de funcionamiento ininterrumpido, todas las ruedas dentadas del reloj siguen siendo las originales, salvo una que fue reemplazada en la última gran intervención en 1997. «Este reloj ha demostrado tener una calidad excepcional», aseguraba el relojero.

No es habitual que un reloj de estas características funcione durante tres décadas sin una gran revisión, pero el de la Puerta del Sol lo ha conseguido. «Muy pocos relojes aguantan 30 años sin parar noche y día», reconocía López-Terradas.

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