Presa de El Atazar

Presa de El AtazarCanal Isabel II

El complejo sistema de generadores que consiguió abastecer de agua a Madrid durante el apagón

Canal de Isabel II, además de gestionar el ciclo del agua, aprovechan el potencial energético para generar energía eléctrica

Madrid ya está completamente operativa tras el apagón que colapsó todos los sistemas eléctricos de España. Un servicio que se mantuvo con normalidad y no falló en la capital fue el del agua. Las presas, potabilizadoras y distribuidoras de la región estuvieron funcionando a la perfección. Esto se logró gracias a los dispositivos del Canal de Isabel II, la entidad competente de gestionar este bien en la comunidad.

Desde la entidad explican a El Debate que «las instalaciones críticas disponen de sistemas alternativos de suministro eléctrico para mantener el servicio».

En este sentido, apunta que «ayer pusimos en funcionamiento los grupos electrógenos en potabilizadoras, etc. y se pudo garantizar el servicio con aparente normalidad».

«Un sistema de grupos electrógenos en presas garantiza el suministro de energía eléctrica en caso de fallo de la red, permitiendo el funcionamiento de las compuertas y órganos de desagüe», explican los expertos.

En este sentido, remarcan que «estos sistemas son cruciales para la gestión del agua, ya que aseguran que este bien siga fluyendo y que los desechos puedan ser procesados, incluso sin energía de la red».

Presa de El Atazar

Presa de El Atazar

Por otro lado, Canal de Isabel II dispone de varias centrales hidroeléctricas, microturbinas hidráulicas, paneles fotovoltaicos y depuradoras con motogeneradores de biogás que contribuyen a la generación de energía eléctrica.

Canal de Isabel II, además de gestionar el ciclo del agua, aprovechan el potencial energético para generar energía eléctrica 100 % limpia y de alta eficiencia: en 2030, produciremos tanta como consumimos.

La entidad responsable del agua de Madrid utiliza la energía potencial que tiene un salto de agua. Así, lo transforman mediante una turbina en energía cinética y luego esa energía la acoplan un eje, mueven un generador y lo transforman en energía eléctrica.

Madrid tiene instalados 35 megavatios y dispone de nueve centrales hidroeléctricas. Uno de los objetivos de Canal de Isabel II para 2030 es llegar a producir el 100 % de la energía que consumen en Canal.

La centenaria presa de El Villar en Madrid

La centenaria presa de El Villar en MadridCanal de Isabel II

Una obra de distribución

Canal de Isabel II está trabajando para completar una de las infraestructuras hidráulicas más ambiciosas de su historia: el cierre del segundo anillo de distribución de agua potable, una mega tubería encargada de transportar este bien por la región.

Esta gran obra de ingeniería, que lleva en marcha más de dos décadas, permitirá reforzar el suministro de agua a millones de madrileños y garantizará el abastecimiento incluso en situaciones imprevistas, como averías o incidencias en la red principal.

El segundo anillo de distribución de agua comenzó a gestarse en el año 2000, cuando el Canal de Isabel II inició las primeras tramitaciones para su construcción.

Obras del segundo anillo de distribución del Canal de Isabel II

Obras del segundo anillo de distribución del Canal de Isabel IICanal de Isabel II

El segundo anillo de distribución de agua es una infraestructura monumental. Su arteria principal es una tubería de 1,6 metros de diámetro.

Su capacidad de transporte es igualmente impresionante: 3.000 litros por segundo, suficientes para llenar un camión cisterna en apenas dos segundos.

Este coloso subterráneo conecta las dos principales plantas de tratamiento de agua potable de la Comunidad de Madrid: la de Colmenar Viejo y la de Valmayor. Su función es doble: por un lado, garantizar el suministro en caso de incidencias en la red y, por otro, abastecer los nuevos desarrollos urbanos.

Obras del segundo anillo de distribución del Canal de Isabel II

Obras del segundo anillo de distribución del Canal de Isabel IICanal de Isabel II

El proceso de instalación de la tubería es minucioso. Primero, se excava la zanja y se retiran las capas superiores de tierra, que luego se reutilizan. Una vez alcanzada la cota adecuada, se coloca una capa de material de apoyo antes de asentar la tubería, que se suelda para garantizar su conexión.

Posteriormente, se construye un recubrimiento de hormigón armado que protege la tubería de posibles daños externos, especialmente en zonas urbanas.

Uno de los aspectos más interesantes de esta infraestructura es su sistema de funcionamiento. A diferencia de otras redes de distribución que requieren estaciones de bombeo, el segundo anillo transporta el agua por gravedad, aprovechando que las plantas de tratamiento de Colmenar Viejo y Valmayor están situadas a una cota superior.

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