
La ELA puede causar debilitamiento muscular, espasmos e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo.
Salud
Investigadoras madrileñas logran avances significativos en el tratamiento de la ELA
La investigación liderada por la Dra. Valle Palomo hizo uso de diferentes fármacos para tratar 15 pacientes con la ELA, mostrando en algunos de ellos resultados sorprendentes
El equipo de científicas del Instituto Imdea Nanociencia comandado por la Dra. Valle Palomo ha realizado avances significativos para curar a pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El grupo realizó pruebas con diversos fármacos sobre las células de 15 pacientes, «En algunos casos, las características patológicas vimos que se recuperaron hasta niveles de personas sanas», señaló Valle Palomo a Telemadrid, dando así una esperanza de curar esta enfermedad mediante medicina personalizada.
La doctora mencionó que se trata de una enfermedad muy heterogénea, que tiene diferentes tipos de síntomas dependiendo del organismo: «Hay que ir mucho más enfocados a encontrar el fármaco que les vaya a resultar efectivo». Siendo esta la razón por la cual las pruebas no funcionaron con todos los pacientes. No obstante, Valle Palomo compara la ELA con el cáncer: «Según el tipo de cáncer, se selecciona el tipo de terapia más adecuada, en la ELA lo ideal sería hacer esto».
El reto que tiene ahora el Instituto Imdea Nanociencia es el de poder identificar el tipo de tratamiento más efectivo para cada tipo de paciente y así poder curar cada uno de los casos de forma personalizada. Este avance es importante también, ya que puede ayudar a adelantar el diagnóstico de una enfermedad complicada y de desarrollo muy rápido.
¿Qué es la ELA?
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), es una enfermedad neurodegenerativa que actúa sobre el sistema nervioso, afectando las neuronas del cerebro y la médula espinal. En esta enfermedad, las neuronas motoras se desgastan o mueren, evitando que puedan enviar mensajes a los músculos. Con el paso del tiempo, causa debilitamiento muscular, espasmos e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo. En casos avanzados, los músculos en la zona torácica dejan de trabajar, lo que hace difícil respirar.
Factores de riesgo
Según la entidad estadounidense sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación Mayo Clinic, alrededor del 10 % de las personas con la ELA obtuvieron el gen de riesgo mediante un familiar (ELA hereditaria). Además, afirman que los hijos de las personas con la ELA heredada tienen un 50% de probabilidades de heredar el gen.
Asimismo, mencionan que esta enfermedad es más común en las personas mayores de 60 años y que antes de los 65 es un poco más común en hombres. A los 70 esta diferencia desaparece. Por otro lado, se ha encontrado qué fumadores, personas que hayan prestado servicio militar y aquellos que hayan tenido exposición a toxinas ambientales como el plomo tienen un mayor riesgo de contraer la ELA, aunque no se han podido determinar con certeza los factores que confirmen lo anterior.