Así es el búnker que acogerá el 1º acelerador de protones contra el cáncer donado por Amancio Ortega a Madrid

Un búnker con paredes de hormigón de hasta tres metros de anchura ubicado en un nuevo edificio del Hospital Universitario de Fuenlabrada. Este será el lugar que acogerá la primera aceleradora de protones, uno de los tratamientos más punteros para tratar el cáncer, que tendrá un hospital público de la región capitalina gracias a una donación de la Fundación Amancio Ortega.

En concreto, el fundador de Zara pactó hace más de tres años junto al Gobierno de España y varias comunidades autónomas una donación de 280 millones de euros para instalar diez de estas maquinas en el sistema público de salud de España. En concreto, Madrid va a recibir dos de estos dispositivos de los cuales, el primero se va a instalar en Fuenlabrada y el segundo estará ubicado en la nueva Ciudad de la Salud, el macroproyecto que va a unir el hospital público de La Paz y la nueva Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Precisamente, una de las primeras instalaciones que va a construirse de este complejo va a ser la Unidad de Protonterapia.

Mientras tanto, las obras del nuevo edificio del Hospital de Fuenlabrada que albergará el búnker en cuyo interior se va a instalar la aceleradora de protones empezaron hace un año y la previsión es que culminen antes de 2026. Sin embargo, según avanzó este martes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aún faltará un año más para que esta maquinaria comience a funcionar.

Aunque ya existen dos unidades de protonterapia para combatir el cáncer en dos hospitales privados de Madrid, esta será la primera en uno público por lo que, tal y como subrayó la dirigente regional en su visita de ayer a las obras, supone un hito en la sanidad madrileña que ayudará a tratar los tumores de difícil acceso o próximos a órganos de riesgo.

Se trata de de una tecnología mucho más precisa para abordar tumores, tanto en niños como adultos, que lo que hace es irradiar desde distintas direcciones y concentrar la dosis en la zona donde se ubica el tumor, de tal forma que se reduce la radicación que recibe el tejido sano de alrededor y, con ello, la toxicidad y los efectos adversos sobre otros órganos. Asimismo, se reduce la probabilidad de desarrollar secuelas asociadas.

Con un presupuesto público de 11,1 millones de euros, el nuevo edificio contará con dos plantas con una superficie total construida de 2.164 metros cuadrados dónde, además del búnker para el acelerador de protones, se crearán nuevas dependencias. La baja, de 1.290 metros cuadrados, dispondrá de las áreas de diagnóstico, tratamiento con protones y preparación de pacientes. Y la primera, de 875, se destinará a mantenimiento, suministros, despachos médicos y formación.