Imagen de archivo de un agente de la Guardia Civil ante un coche patrulla
Tráfico de armas
Detienen en Madrid al cabecilla de una venta de armas de guerra al crimen organizado mexicano
Mirchev fue capturado en Madrid por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a petición de la DEA
EE. UU. ha desmantelado una presunta trama de tráfico de armamento hacia el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de México, quienes contaban en Madrid con un punto muy importante. Petar Dimitrov Mirchev, es un ciudadano búlgaro de 60 años a quien se le acusa de ser el «cerebro» de dichas actividades ilegales.
El Departamento de Justicia de EE. UU. ha acusado al búlgaro y a otras tres personas, que residen en África, de tres delitos por conspirar para traficar con cocaína y armas y por facilitar armamento militar a una organización (el CJNG). Para las autoridades de Washington el grupo mexicano está catalogado desde febrero como terrorista. Los implicados se enfrentarían a penas desde los 10 años de cárcel hasta la cadena perpetua.
Tal y como informa el diario El País, la manera en la que trabajan es la siguiente: las armas de guerra son fabricadas en Bulgaria para supuestamente vendérselas a ejércitos de países africanos. No obstante, estas son desviadas a México para abastecer a la CJNG, la cual es conocida como la organización más peligrosa y violenta del narcotráfico mexicano.
El búlgaro acusado de traficar armas
El pasado 8 de abril, Mirchev fue capturado en Madrid por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a petición de la DEA, ya que este lo había catalogado como «objetivo prioritario» al vincularlo con Viktor Anatolievich Bout, el traficante de armas ruso conocido como ‘el Mercader de la muerte’.
El búlgaro se encuentra actualmente en prisión esperando que la Audiencia Nacional apruebe su extradición a Estados Unidos, según confirman fuentes judiciales.
Para EE. UU., Mirchev es «un traficante internacional afincando en Bulgaria que se ha dedicado al tráfico de armas durante aproximadamente 25 años». Para esta oportunidad, se le incrimina de haber mantenido desde 2022 numerosas reuniones con representantes del cartel mexicano para «organizar, coordinar y participar en transacciones ilegales de armas, evitando ser detectado por las fuerzas del orden internacionales y estadounidenses».
Las autoridades de Washington han llegado a la conclusión de que el «CJNG pretendía usar estas armas para impulsar el tráfico ilegal de grandes cargamentos de cocaína a Estados Unidos». Asimismo, se estudia que por el poderío de los narcotraficantes mexicanos han llevado a cabo la contratación de exmilitares colombianos para entrenar sicarios o fabricar explosivos.
El ascenso del CJNG
En este momento, 'El cartel de las cuatro letras', como se le conoce en México, se ha alzado como el más poderoso tras la encarcelación en EE. UU. del líder del Cartel de Sinaloa, Ismael ‘el Mayo’ Zambada. Este hecho ha desatado una guerra en dicho estado entre sus sucesores y los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán, algo que ha afectado a ambos bandos, dejando muchas muertes en el territorio norteño de México.
Con la disputa que se está dando entre las otras organizaciones criminales, el ‘beneficiado’ sin duda ha sido el CJNG de la mano de su líder Rubén Oseguera, ‘el Mencho’, uno de los hombres más buscados, según afirma desde México Carmen Móran.
Armas como fusiles de asalto, lanzacohetes, granadas, equipos de visión nocturna, rifles de francotirador, minas antipersonales y sistemas antiaéreos eran algunos de los elementos que Mirchev presuntamente ofrecía mediante folletos que repartía durante las reuniones que mantenía con los miembros del CJNG.
Para llegar a dicho acuerdo con la organización mexicana, el búlgaro supuestamente habría reclutado a otras tres personas que ya fueron identificadas por las autoridades de Washington. Los implicados son: el keniano Elisha Odhiambo Asumo, el tanzano Subiro Osmund Mwapinga y el ugandés Michael Katungi Mpeirwe, siendo que este último había desempeñado en el pasado un cargo importante en el gobierno de su país.
Las funciones de estos tres hombres consistían en obtener la documentación necesaria para simular la exportación de las armas a diferentes países africanos. Entre ellos se encontraban falsos Certificados de Usuario Final y Protocolos de Verificación de Entrega (EUC y DVP respectivamente en sus siglas en inglés, documentos empleados en las transacciones internacionales de armas, con la intención de evitar que estas sean desviadas al mercado negro).
Material militar con un valor de 54 millones de euros
Para ejemplificar, uno de los documentos falsificados que fue identificado autorizaba la supuesta exportación desde Bulgaria de 50 fusiles de asalto automáticos AK-47 con sus respectivos cargadores y munición para una empresa de Tanzania que tenían que ser utilizados «exclusivamente» por el ejército del país africano, el cual como era de esperarse, nunca los recibió.
A partir de esta primera partida de armas, la DEA ha identificado diferentes pagos que están vinculados. Uno de ellos ejecutado por Mirchev con un valor aproximado de 32.000 euros desde una cuenta bancaria de EE. UU. a la de un fabricante de armas búlgaro en una entidad financiera de este país europeo durante el mes de noviembre de 2023.
En la investigación se ha encontrado que esos 50 fusiles AK-47 eran en realidad un primer envío de prueba, para después enviar el resto de material. Asimismo, según cuenta la DEA, en octubre del 2024, el búlgaro ofreció presuntamente un sofisticado armamento militar de defensa antiaérea.
En este destacan cuatro sistemas ZU-23, que son capaces de derribar objetivos que vuelan bajo, como lo pueden ser los helicópteros y que están tasados en cerca de 600.000 euros cada uno. Mirchev en su momento realizó una lista en la que se evidencia la propuesta del material militar que alcanzaba un valor cercano a los 54 millones de euros.
Uno de los supuestos implicados sigue prófugo
Se piensa que tanto el CJNG, Mpeirwe y Mwapinga, pretendían proporcionar nuevos documentos de importación de armas con países africanos, con los que iban a cobrar una comisión del 2 %, entre ellos un supuesto acuerdo de armas amparado entre Rusia y Uganda.
Sin embargo, esas intenciones fueron frustradas el pasado 8 de abril con la captura de Mirchev en Madrid; Asumo, en Casablanca (Marruecos), y Mwapinga, en Acra (Ghana). Siendo este último extraditado a Estados Unidos el pasado 25 de julio. En cuanto al otro implicado, Mpeirwe, sigue sin conocerse su paradero actual.
Por otra parte, el Departamento de Justicia de EE. UU. menciona que el búlgaro «estuvo previamente implicado en el suministro de armas» con Viktor Bout, arrestado en Tailandia en 2008 y extraditado dos años después a los Estados Unidos, donde sería condenado a 25 años de prisión. Bout, quien es exoficial del Ejército soviético, fue inculpado por tráfico de armas desde los años noventa con dictadores y zonas en conflicto en África, Suramérica y Oriente Próximo.
Desde el momento de su detención, Moscú mostró su respaldo al supuesto traficante. A tal punto que, en diciembre de 2022, cuando ya había explotado la guerra en Ucrania, el gobierno logró su excarcelación al intercambiarlo por la jugadora de baloncesto estadounidense, Brittney Griner, quien había sido condenada en Rusia por posesión de aceite de marihuana.
Tensión entre México y EE. UU.
Finalmente, desde que Donald Trump ha llegado al poder, EE. UU. ha permanecido amenazando a México en cuanto a aranceles, en la que piden detener el narcotráfico que acusan dejar a miles de muertos por fentanilo en el territorio.
Por otro lado, la respuesta desde el gobierno mexicano va inclinado a que, al mismo tiempo, a que EE. UU. controle el tráfico de armas. Esto debido a que su vecino del norte aporta alrededor del 74 % del armamento ilegal que entra a México, aproximadamente 200.000 armas de fuego de alto poder, entre ellas el AK-47, conocida como ‘cuerno de chivo’, una de las más utilizadas por las bandas mexicanas.