Primer plano de Roger Ferderer en un partido
Un misterio sin resolver

40 años de la tragedia de Alcalá 20 sin que se sepa la causa del incendio

La noche del 17 de diciembre de 1983 Madrid quedó consternada por una de las tragedias que ha marcado un antes y un después en la organización del ocio nocturno. Se cumplen 40 años del incendio de Alcalá 20 en el que 81 personas murieron víctimas de las llamas y de una gestión pésima. En total se contabilizaron diecinueve deficiencias en el establecimiento. Los años ochenta habían llegado a la capital para revolucionar la vida de los madrileños y esto se apreciaba de manera especial durante la noche.

Manuel Manahén
Manuel Manahén

Eran las cinco de la mañana y como cada fin de semana la discoteca Alcalá 20 acogía a cientos de jóvenes. El dj paró la música para anunciar que se aproximaba la hora del cierre del local. En aquel instante había unas 300 personas dentro de la estancia cuando, aparentemente, una chispa procedente del escenario prendió fuego a una gran cortina. Aunque la sentencia no recogió cuál fue verdaderamente la causa del incendio.

Ubicación de la Discoteca Alcalá 20
Ubicación de la Discoteca Alcalá 20

En apenas unos segundos, el fuego se propagó gracias a los componentes inflamables de los que estaban compuestos muchos de los objetos de la discoteca. En concreto, Alcalá 20 tenía cinco toneladas de atrezo que convirtieron el local en un infierno del que era casi imposible salir.

Como consecuencia, 81 personas perdieron la vida abrasadas por las llamas y por inhalación de humo, y otras 29 sufrieron heridas irreversibles. Además, un joven que intentó salvar su vida desesperadamente se lanzó al vacío y murió. Unos días después la Policía encontró a varios jóvenes en el hueco de un ascensor con este trágico desenlace.

Policias sacando un cuerpo del interior de la discoteca
Policias sacando un cuerpo del interior de la discoteca

Del número total de fallecidos, 31 personas murieron carbonizadas, 13 por quemaduras e inhalación del monóxido de carbono desprendido por las telas del decorado y las 34 restantes por asfixia y aplastamiento. Las tres víctimas restantes son el joven que se precipitó al vacío y las personas halladas en el ascensor.

Abre comillas

Sentí que iba pisando cuerpos

A las siete de la mañana llegaron los grupos electrógenos de la 11ª Bandera de la Policía Nacional. No para ayudar en el rescate de víctimas, sino para evacuar los cadáveres quemados del interior. «Cada dos o tres minutos salía un nuevo cuerpo calcinado», explicaban los testigos de aquella tragedia.

Policias sacando un cuerpo de la discoteca Alcalá 20
Policias sacando un cuerpo de la discoteca Alcalá 20

Algunos supervivientes relataron que mientras subían por las escaleras de caracol que daban a la salida principal, oían voces angustiosas. «Comenzó a salir humo y la gente, en broma, empezó a gritar: ‘Qué las abran, que las abran’, haciendo referencia a las cortinas». «Yo estaba con tres compañeros y, de pronto, nos encontramos envueltos en una nube de humo denso», subrayaba un joven tras el incendio.

«Sentí que iba pisando cuerpos», indicó otro de los supervivientes. Los bomberos encontraron en el ropero unos veinte cadáveres amontonados. Nunca se supo si se encerraron allí porque pensaron que se salvarían de las llamas o porque intentaron hacerse con sus pertenencias antes de salir de la discoteca.

Fotografía del exterior de la discoteca Alcalá 20
Fotografía del exterior de la discoteca Alcalá 20

Salidas de emergencias taponadas

Alcalá 20 era un complejo local con varias salas, escaleras de comunicación y dos plantas subterráneas que dificultaron la salida de todos los jóvenes que estaban dentro de la discoteca. Las imágenes son impactantes y muestran lo devastador que fue el fuego.

Una de las personas que acudió al lugar de la tragedia fue Rafael Moro, el responsable de la seguridad del alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, quien cuenta que, «si los jóvenes se hubiesen refugiado en el sótano segundo, no habría muerto nadie». Cuando bajaron estaba completamente limpio, las llamas no llegaron a este punto del local.

Bomberos sacando un cuerpo incinerado de la discoteca
Bomberos sacando un cuerpo incinerado de la discoteca

Aunque Madrid era una ciudad pionera en las medidas de protección ante incendios, en realidad estas regulaciones no eran tan estrictas como debían ser; además, los controles y supervisiones no se tomaban en serio. El resultado fue que Alcalá 20 tenía unas condiciones deficientes de seguridad.

Muchos expertos han explicado que en aquellos años de la ‘Movida madrileña’ hubo mucho relajo con las medidas de seguridad porque la noche era una potente fuente de ingresos. Tanto Madrid como Zaragoza eran referentes en cuanto a medidas contra incendios, pero no había medios ni interés en que se cumplieran.

Interior de la discoteca después del incendio
Interior de la discoteca después del incendio

Alcalá 20 tenía las salidas de emergencia taponadas con rejas y candados, los extintores de fuego estaban caducados y la manguera contra incendios no disponía de caudal suficiente ni de la presión para apagar las llamas que se iban expandiendo por todo el local. Los empleados de la discoteca pudieron salir sin problema ya que conocían la única salida de emergencia que cumplía con su misión.

Operarios trabajando en los restos de la discoteca Alcalá 20
Operarios trabajando en los restos de la discoteca Alcalá 20

Las regulaciones no eran tan estrictas como debían ser

Además, el fallo judicial determinó que entre las deficiencias se encontraban: unas escaleras excesivamente largas y estrechas con curvas, la ausencia de luz en algunos tramos y puertas con cierres difíciles de abrir. Además de la caducidad de los elementos antiincendios.

Esta tragedia hizo que se aumentaran las medidas de seguridad para prevenir y combatir el fuego. Los cuatro propietarios de la discoteca fueron condenados a dos años de prisión por imprudencia temeraria. Por su parte, el electricista cumplió dos años y seis meses ya que falsificó un documento oficial.

Interior de la discoteca calcinado
Interior de la discoteca calcinado

La sentencia confirmaba que los empresarios eran conscientes del peligro de la instalación y de las deficiencias que podían afectar al local, y el ministerio del Interior tuvo que indemnizar a los afectados y familiares con 12 millones de euros, 2.000 millones de pesetas.

Diciembre de 1983 fue un mes tráfico para Madrid. La región vivió en menos de un mes tres tragedias con numerosos fallecidos. Un avión de Avianca procedente de Fráncfort y con destino a Bogotá se estrelló el 27 de noviembre, dejando 181 muertos. Otro accidente fue el choque de un avión de Iberia contra otro de Aviaco que se llevó la vida de 93 personas el 7 de este mes.

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Especial realizado por:

Redacción: Manuel Manahen. Diseño: David Díaz.

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