'Los cuatro yo'

'Los cuatro yo'Carlos Muro

La obra de Carlos Muro, el «irrepetible» pintor de los grises, pasa por Madrid

A partir del 3 de octubre, se podrá visitar la exposición centrada en el universo creativo de Carlos Muro en la Sala Baluarte del Centro Cultural Adolfo Suárez de Tres Cantos

En el barrio madrileño de Lavapiés, en la calle del Doctor Fourquet se encuentra la galería de arte independiente Fourquet 31. En este llamativo local, tuvo lugar el pasado jueves 11 de septiembre la inauguración de la nueva exposición de arte del pintor toledano Carlos Muro, también conocido como el pintor de los grises, que se expone en conjunto al escultor Andrés Lasanta y cuyas obras estarán abiertas a la visita del público hasta el miércoles 1 de octubre.

Con motivo de su más reciente exposición, desde El Debate hemos rescatado del archivo una entrevista inédita sobre la obra artística de Carlos Muro, en la que este ganador del premio Penagos en 2011 y el premio de Pintura Caja Castilla-La Mancha en 2001 explica su obra, previamente expuesta en la Casa de Vacas del parque del Buen Retiro de Madrid, además de en distintas galerías alrededor del mundo.

Estilo «irrepetible»

El pintor toledano comentaba cómo busca representar la máxima expresión artística en cada uno de sus retratos y autorretratos. Suele usar en ellos a sus sobrinos como sus modelos más destacados, pero eso no excluye que él mismo se autorepresente para demostrar su talento y destreza con el pincel. Como detalle característico de su arte, suele desarrollar sus obras en lienzos de gran tamaño para precisar más en los detalles, lo que hace parecer su pintura incluso una fotografía en múltiples ocasiones. Carlos Muro relató en la conversación cómo empezó a aprender sobre fotografía para mejorar su técnica artística en el espectro de la luz y el color y cómo lo fue trayendo consigo al mundo del arte pictórico.

En su cuadro La mirada selectiva, se aprecia la imagen del pintor con su cuerpo en desenfoque, aunque con una mirada completamente nítida, que tiene la intención de atraer la mirada del espectador hacia la suya como su punto de fuga. La prueba de la funcionalidad de este efecto se contrasta en el amarillo del fondo, que llamaría la atención en contraste con el gris, pero al contrario de lo esperado, se vuelve irrelevante a la vista, para demostrar una vez más el conocimiento y técnica de Carlos Muro, que a pesar de que otros pintores intenten copiar su estilo en distintos países, su estilo no se ve amenazado porque se autodescribe como «irrepetible».

Exposición de Carlos Muro

Exposición de Carlos MuroHUB CEU

Trazos distorsionados

En su obra paisajista, el pintor busca transmitir a sus espectadores los sentimientos que vienen a él cuando visita cada uno de los lugares representados en sus cuadros. Carlos Muro busca como ejemplo todos aquellos paisajes que le transmiten alguna emoción. Su cuadro El árbol de Porfirio es de sus obras más llamativas, en la que el pintor se atreve a lo que muy pocos otros osan, pintar la noche. Como curiosidad, las dos niñas de la izquierda de la imagen, son ánimas que el pintor decidió añadir para acompañar a su protagonista en la escena reflejada en el cuadro.

En los cuadros sobre el paisaje urbano destacan su vista de Toledo y su Gran Vía. En su cuadro Sábado noche, Muro representaba la vista de aquellos que acababan sus noches de diversión por la capital, a la luz de la mañana del día siguiente, con verticales distorsionadas y alturas exageradas, inspirándose en lo que verían aquellos peatones que se cruzaban por la escena, desde su vista en lo alto del círculo de Bellas Artes.

En su colección más llamativa, el pintor toledano saca lo particular de las obras de arte más famosas, aquello que las ha llevado a ser conocidas, mientras retira el color y distorsiona los trazos de las que llamó Mis fusilamientos del dos de mayo, Mi Gioconda o Mis Meninas; además de su autorretrato.

'Mis fusilamientos del dos de mayo', de Carlos Muro

'Mis fusilamientos del dos de mayo', de Carlos MuroHUB CEU

Su bodegón Antimorandi hace creer al espectador que el cuadro no es una pieza de arte, sino un mueble más decorando la histórica sala, por lo realista de su trazo. En su técnica, la influencia de la fotografía ha sido clave para impulsar su desarrollo como artista, para así aprender a representar la realidad de la forma más verdadera posible en sus cuadros. Del mismo modo, el color es otro de sus grandes aliados, fundiendo sus sujetos con el fondo, así como lo haría una cámara profesional, mientras usa milímetros en vez de pixeles para añadir toda una gama de colores entre los más oscuros y más claros de sus bordes, tal como funciona en el mundo de la fotografía.

Para una tarde placentera en la capital, sumergirse en el arte de pintores nacionales es sin duda la mejor opción, más aún, si sus visitantes tienen el placer de asistir a las visitas guiadas de la mano de Carlos Muro, quien pone una parte de su ser en cada una de sus obras y lo transmite a los espectadores en cada una de sus explicaciones.

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