Rishi Sunak va siempre muy bien peinado, aseado, con ropa impecable de excelente factura y zapatos de marca
Moda
«Marca Rishi» o cuando la moda es un obstáculo
El antiguo canciller de Hacienda encuentra dificultades en su ascenso al rol de primer ministro británico
Ante las inminentes elecciones al líder del partido conservador en el Reino Unido, se ha estrechado el círculo a dos contendientes: Liz Truss y Rishi Sunak. Pero la moda parece partir bacalao en lo que será también la elección interna de los tories para sustituir a Boris Johnson en el cargo de primer ministro. Las contradicciones abundan, no obstante. ¿Es mejor utilizar pendientes de 4 libras hechos en China o un jersey de 350 hecho en Italia? Vayamos por partes.
Rishi Brand, o marca Rishi, es el nombre que los británicos han dado al estilo de su posible futuro primer ministro. Y no les falta razón, pues Rishi Sunak tiene estilo propio. Siempre muy bien peinado, aseado, con ropa impecable de excelente factura y zapatos de marca, presenta una imagen moderna y cuidada, que combina a la perfección las sudaderas grises de algodón en algunas horas de trabajo en el despacho con trajes de chaqueta de Prada.
Rishi Sunak, nacido en Southampton el 12 de mayo de 1980, procede de una familia de la India. Sus padres, dos profesionales, le proporcionaron una infancia y juventud holgadas. Este activo e inteligente político, enjuto y de metro setenta de altura, se formó en Oxford y Stanford sucesivamente. Aumentó su nivel socioeconómico tras su matrimonio con Akshata Murthy en 2009, ya que ella era hija del empresario Narayana Murthy, fundador de la empresa informática Infosys y quinta fortuna más importante de la India. Akshata posee una participación de 430 millones de libras en la sociedad de inversiones Catamaran Ventures, lo que a su vez la convierte en una de las mujeres más potentadas del Reino Unido.
Rishi Sunak tiene estilo propio y presenta una imagen moderna y cuidada
Con amplitud de fondos y horas disponibles, Akshata creó su propia marca de moda hace 12 años, Akshata Designs, para lo cual tuvo a su disposición a grandes profesionales de la informática y la logística. Rishi Sunak, que había trabajado como analista en Goldman Sachs, pasó de su grado en filosofía a gestionar la economía del país. En sus imágenes, Sunak aparece siempre con impecables trajes y mocasines de Prada o Gucci de 550 euros, mientras que en sus reuniones de gabinete en el 11 de Downing Street se le ha visto con calcetines blancos y chanclas azules de 100 euros de Palm Angels.
Su estilo, muy atractivo para británicos de varios orígenes y para la población más joven, ha sido muy criticado por la prensa e, incluso, por miembros del gabinete de Boris Johnson como Nadine Doories, que se permitió dar detalles del coste de 3,500 libras de un traje escogido por Rishi Sunak y de unos zapatos de 450 libras. Suella Braverman, Fiscal General, ha apoyado a Liz Truss también atacando a Rishi, ya que Truss le habría prometido el puesto de ministro de Interior, tras ser descartada en la carrera al liderato tory.
Muy al contrario, la más sosa y desaliñada, Liz Truss, una mujer muy preparada, actualmente ministro de Exterior, suele vestir de modo sencillo, poco sofisticado y con ese gusto tan poco definido de la mayor parte de las británicas. Truss, la rival de Shunak para ocupar Downing Street, escoge prendas sin mucho carácter e incluso pendientes de 4,5 libras comprados en Claire’s Accessories, una marca norteamericana de bisutería low-cost que fabrica en China.
Parece que los resultados favorecerán a Liz Truss y en parte debido a este despliegue de modernidad y de calzado juvenil de Rishi Sunak. Las chanclas con calcetines son algo tan «no, no y no» que –en un giro de 180 grados– se han convertido en tendencia de moda. Los precios de las prendas de su guardarropa y la enorme atención que presta al detalle, parecen pasar factura a Sunak, un exministro que sería muy necesario para reconducir la Gran Bretaña de la inflación y del Brexit. La «marca Rishi» puede ser un obstáculo para este brillante y valeroso candidato.
Comentarios
