Rey Felipe VI. Con su imponente 1,96 metros de estatura, mirada azul y trajes con un corte siempre impecable, resulta natural que sea aplaudido allá donde va. Desde en un acto deportivo en los Juegos Olímpicos de París, con polos blancos, al partido de final de la Eurocopa en Berlín, con su corbata roja, o en un sofocante paseo mallorquín con bermudas y náuticos sin calcetines. «Felipe, el fabuloso» reina en las portadas de la prensa británica gracias a la gran labor de su sastre: el bajo del pantalón perfecto.