1. Asturias, Lagos de Saliencia. En el parque natural de Somiedo en Asturias encontrarás unos cuantos lagos que acompañan al valle de Saliencia. Este, al igual que otros lagos del norte de España, es de origen glaciar, y se ve en su forma de U. Saliencia alberga uno de los mayores complejos lacustres que dejaron los glaciares que hace millones de años cubrían la cordillera cantábrica. La entrada natural a estos lagos es Alto de la Farrapona, que al llegar podría confundirse con los Alpes, a pesar de que estas montañas solo miden unos mil metros y medio. Se pueden ver restos de actividad minera en las aguas y en las piedras rojizas, señal de la presencia de hierro. Dentro del conjunto de lagos se puede ver la laguna de la Almagrera, el lago de Calabazosa y el lago Cerveriz. Por último, estaría el lago del Valle, el más grande de Asturias y al que se accede a través de la parroquia Valle de Lago.
2. Zamora, Lago de Sanabria. Los glaciares que alguna vez cubrieron el norte de la península esculpieron valles gigantescos en la sierra de Zamora. Al derretirse el hielo, solo quedó el agua, dando lugar a lagos sobre el granito negro de las montañas. Así apareció el lago de Sanabria. A pesar de que España tiene varios lagos de origen glaciar, el de Sanabria es el más grande. El vibrante azul de sus aguas contrasta con el verde de la vegetación, haciéndolo un lugar ideal para todos los amantes de la naturaleza. Es parque natural desde 1978 y es famoso por la alta población de lobos que concentra en sus alrededores. Sus aguas, que son increíblemente frías a lo largo de todo el año, no impiden que dentro encontremos especies como la trucha y los barbos.
3. Soria, Laguna Negra. Si por algo es conocido este lugar es por sus leyendas, y es que el verde oscuro de sus aguas y lo tupido y sombrío de sus bosques no hacen más que alimentar este tipo de historias y dar rienda a la imaginación. Una de estas leyendas fue romanceada por el escritor de la generación del 98, Antonio Machado, se trata de La tierra de Alvargonzález. El lago se encuentra en el extremo norte de Soria y es el cuerpo de agua más grande de origen glaciar de los Picos de Urbión. Es un lugar lleno de encanto durante todo el año, pero en invierno cuando la nieve cubre la oscuridad de los pinos es tal vez el momento en el que muestra más su belleza.
4. Asturias, Lagos de Covadonga. Se trata de los lagos de Enol y Ercina y a pesar de que sus nombres siempre van unidos, son muy distintos. Estos dos lagos asturianos son referencia de la icónica montaña de Covadonga, y por ende del parque nacional Picos de Europa. Ambos son de origen glaciar y en temporada baja se puede acceder a ellos en coche. Sin embargo, en temporada alta tiene que ser en autobús. A unos 1.070 metros de altitud aparece el de Enol, de 23 metros de profundidad. Luego viene el de Ercina, que se encuentra más arriba y tiene hasta 30 metros de profundidad. En las cercanías de estos lagos anidan distintas aves como las fochas, los ánades, las cercetas, las garzas y más.
5. Girona, Estany de Banyoles. Se trata del lago más grande de Cataluña. Tiene más de mil kilómetros cuadrados de superficie y una profundidad de 62 metros. Es un lugar ideal para nadar y descansar en las orillas. Además, hay un carril bici y paseos con grandes árboles, por lo que es ideal para un día de verano. Entre la fauna de este lugar encontrarás desde patos hasta cisnes. Para bañarse hay tres zonas autorizadas. Sin embargo, solo la de la Caseta de Fusta es gratuita.
6. Ciudad Real y Albacete, Lagunas de Ruidera. En realidad, los cuerpos de agua que forma el río Guadiana no son lagos, sino remansos del cauce separados por fenómenos Kársticos. Solos dos de estos son verdaderas lagunas. Se trata de la laguna de Ruidera, la blanca y la Taza. En total son 30 kilómetros del conjunto de 15 lagunas. Estas se inundan unas a otras dando lugar a cascadas y saltos. El parque en total tiene más de tres mil hectáreas y alberga a un gran número de animales: anátidas, porrones comunes, porrones moñudos, fochas, garzas reales, águilas perdigueras, aguiluchos laguneros y más.
7. Ávila, Laguna Grande de Gredos. Está rodeada por macizos de granitos, esta laguna es el ejemplo perfecto de los cuerpos de agua cristalinos que dejaron los glaciares de Würm al derretirse hace más de 10 mil años. Este sitio es muy conocido por la gente que hace montañismo, ya que es uno de los puntos de la ruta que se hace para llegar al circo de Gredos y al refugio Elola. Se puede acceder a esta laguna desde Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino. Debido al número de visitantes en temporadas altas y vacacionales, la ruta está regulada por horas, es decir, hay un máximo de vehículos permitidos al día y además se cobra el acceso.
SFGP
8. Mallorca, Lago Martel (Cuevas del Drach). A pesar de que cuando pensamos en lagos o algunos siempre pensamos en cuerpos de agua al aire libre, la realidad es que también existen subterráneos. Estos son de origen kárstico, lo que quiere decir que se originan por la disolución del agua sobre rocas solubles como la caliza y el yeso. Este es el caso del Lago Martel en Mallorca que además de ser subterráneo que debajo de una cueva y simas. En España hay muchos lagos subterráneos que son accesibles, pero sin duda el más conocido es este, probablemente por su belleza y su tamaño. El lago Martel mide entre 115 y 170 metros de largo y tiene unos 12 metros de profundidad. Si lo visitas el recorrido es en barca y no solo podrás ver el lago sino también las Cuevas del Drach que tienen entre 11 y 5 millones de antigüedad.