El pueblo más bonito para visitar en abril, según National Geographic
Un rincón de la provincia de Valladolid se alza como testimonio vivo de la historia y cultura del país, siendo calificada por su intensa actividad comercial como la 'India Chica'
En el noroeste de la región, esta villa de casi 8.000 habitantes preserva una esencia medieval que parece resistir el paso del tiempo, como si el viento que sopla entre sus calles empedradas aún llevara consigo los ecos de los siglos pasados.
Aunque Medina de Rioseco fue fundada en la Edad Medida, fue durante la Edad de Oro un importante foco comercial de tránsito de mercancías, sobre todo por su proximidad al río Sequillo. A lo largo de los siglos, la villa se fue amurallando con edificios de piedra y una estructura que, a día de hoy, sigue reflejando su carácter fortificado
Entre sus edificios más representativos se encuentran la iglesia de Santa María de Mediavilla, con su majestuoso portal gótico. Su esbelta torre barroca, obra del arquitecto riosecano Pedro de Sierra, se alza elegante sobre los cielos de la ciudad.
El alma de Medina de Rioseco, sin embargo, no reside solo en sus monumentos, sino también en las tradiciones que se mantienen vivas en el seno de la comunidad. La Semana Santa, por ejemplo, se celebra con una intensidad única, siendo una de las más destacadas de la provincia. Las procesiones que recorren sus calles se visten de solemnidad y recogimiento, un espectáculo que convierte la villa en un epicentro de la devoción y la cultura religiosa.
El legado industrial también tiene su lugar en Medina de Rioseco, con la industria del lino, que marcó una época floreciente en el siglo XIX, dejando huellas en la arquitectura local y en la identidad de sus habitantes. También es conocida la Fábrica de Harinas San Antonio, en la imagen, realizada en piedra de sillería, ladrillo y argamasa en su parte externa y testigo de la mencionada Revolución Industrial.
El Museo de San Francisco, instalado en un antiguo convento franciscano, ofrece al visitante un recorrido por la historia y el arte de la localidad, destacando la importancia de esta villa en el contexto regional.
Por Medina de Rioseco también pasa el canal de Castilla, uno de los sueños de la Ilustración y que tenía como objetivo crear una red de canales de navegación, que facilitasen el transporte de la lana, los vinos y el cereal de la entonces aislada Castilla, principal centro de producción del país.