El extraño montículo que esconde un refugio antiaéreo de la Guerra Civil

Circulando por la solitaria carretera CM-1001, cerca de Casa de Uceda (Guadalajara), aparece un extraño montículo. Extraño, porque nos encontramos en una extensa llanura a más de 900 metros de altura, llana como un mar en calma, de donde emerge una especie de joroba de tierra que rompe la monotonía del paisaje.

Junto a la prominencia se encuentra una sencilla construcción de ladrillo con unas rústicas letras cerámicas: «Refugio del Ángel». Como en tantos otros sitios de la España abandonada, hay que recurrir al teléfono móvil para averiguar qué es eso, porque no se ve ni un solo cartel informativo en los alrededores. Ni siquiera en Internet hay demasiada información.

Pero, efectivamente, el promontorio es claramente obra de manos humanas. Se trata de un refugio antiaéreo construido por el bando republicano junto a la pista de aterrizaje que se habilitó allí durante la Guerra Civil Española. En su interior hay una galería, en muy buen estado de conservación, que hace un quiebro a la izquierda y luego otro a la derecha, con el fin de amortiguar la onda expansiva de una bomba en caso de ataque enemigo.

Aunque el túnel se hallaba anegado por las abundantes lluvias de esos días, es seguro transitar por él. Una vez en el exterior, se puede escalar sin dificultad a la cresta del refugio, que estuvo recubierta en su momento de piedras que han cedido el espacio a la vegetación.

Una excursión que vale la pena a menos de una hora de Madrid y a apenas media hora de Guadalajara.