Imagen de Lanuza que evoca a la bella localidad austriaca de Hallstatt y a la cinematográfica Arandelle, de «Frozzen».
Qué ver en Lanuza, uno de los pueblos más bonitos de Huesca
Desde Escapada Rural recomiendan esta localidad aragonesa como una visita que no pueda faltar en un viaje al precioso valle de Tena
Es uno de los rincones imprescindibles del Pirineo Aragonés y uno de los pueblos más bonitos de Huesca y de España. Y es que Lanuza tiene todos los ingredientes para ser un pueblo de montaña con mucho encanto: está en el espectacular valle de Tena, a algo más de 1.200 metros de altura, abrazado por montañas del Pirineo y a orillas del embalse de Lanuza. En él desembocan las aguas del río Gállego, por lo que en los meses de calor es posible darse un chapuzón o practicar deportes acuáticos.
En el interior de Lanuza aguarda un entramado de estrechas callejuelas y un conjunto arquitectónico tradicional con casas de piedra y tejados de pizarra. Entre ellas destaca el campanario de la iglesia de El Salvador, donde están los restos de su patrona, Santa Quiteria.
Abrazado por las montañas del Pirineo y el embalse, Lanuza ofrece la perfecta postal de pueblo de cuento
Si se contempla Lanuza desde la orilla opuesta, la imagen recuerda a un cuento. Y es que tanto su emplazamiento como su fisonomía tienen cierta semejanza con Arendelle, el reino de hielo de la película de Disney Frozen, así como con la localidad austriaca de Hallstatt, elegida siempre como uno de los pueblos más bonitos de Europa y del mundo.
Carácter medieval
Pueblo y embalse de Lanuza.
Lanuza es también un pueblo de montaña de carácter medieval. La primera vez que aparece documentado fue en el siglo XIII y hay constancia de que, dos siglos después, ya contaba con unos veinte hogares. Un número que fue aumentando hasta 1960, cuando llegó a alcanzar los 200 habitantes.
El pueblo estuvo a punto de desaparecer tras la construcción del embalse que lleva su nombre
Por aquel entonces, Lanuza era un pueblo próspero, que vivía principalmente de la ganadería y que tenía grandes esperanzas en impulsar su sector turístico gracias a la inminente inauguración de las pistas de esquí del valle. La estación de Formigal comenzó su andadura a mediados de los 60. Quién se iba a imaginar entonces que sería uno de los pueblos expropiados por la Confederación Hidrográfica del Ebro debido a la construcción del embalse homónimo y por eso a mediados de la década de los 70 Lanuza se convirtió en un pueblo deshabitado.
Recuperación popular
Iglesia de El Salvador.
Afortunadamente las aguas del embalse no llegaron a cubrir todo el pueblo y las casas que estaban a más altura lograron salvarse. La imagen actual de Lanuza es el resultado del esfuerzo que tuvieron que hacer sus lugareños, quienes lograron recuperar los terrenos de la iglesia y sus casas hasta hacerse con el pueblo entero. Hoy Lanuza puede presumir de que no le falta de nada. Es más, además de ser uno de los grandes atractivos turísticos del valle de Tena, la localidad es conocida por albergar el Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur.
Un paseo tranquilo
Calles de Lanuza.
Después de conocer su historia, en Lanuza hay que pasear por sus pequeñas callejuelas y dedicar tiempo a contemplar el gran trabajo que hicieron sus vecinos con la rehabilitación de sus casas. Su arquitectura típica de montaña, los detalles rústicos… Hasta llegar a la iglesia de El Salvador. Este templo fue construido en el siglo XIX sobre uno románico que fue quemado durante la Guerra de la Independencia. También fue el primer inmueble rehabilitado por los vecinos y actualmente en su interior se conservan obras de arte como un relicario de plata del siglo XVI que guarda los restos de su patrona, Santa Quiteria.
Cómo llegar y dónde dormir
Casa rural Turón en Lanuza.
Para alojarse, tanto en el centro del pueblo de Lanuza como en Sallent de Gállego hay casas rurales donde pernoctar que se pueden reservar desde la web de Escapada Rural. Lanuza se encuentra a unos 80 kilómetros de Huesca capital por carretera. La mejor forma para llegar hasta el pueblo es en vehículo privado. La estación de tren más cercana es la de Huesca. Desde allí hay autobuses de la compañía Avanza hasta Sallent de Gállego con transbordo en Sabiñánigo.
