
Praia do Camilo, cerca del precioso cabo Ponta da Piedade.
Las mejores playas del Algarve: bajo acantilados espectaculares y con aguas cristalinas
El sur de Portugal alberga algunos de los arenales más espectaculares y bellos de Europa. También los hay menos conocidos e igual de bonitos, listos para ser descubiertos
La región portuguesa del Algarve mantiene su estatus de excelencia turística al ser, una vez más, la que cuenta con el mayor número de galardones otorgados por el programa Bandera Azul. Este 2025, el sur de Portugal izará 91 Banderas Azules distribuidas en 85 playas, cuatro marinas y dos embarcaciones ecoturísticas. Las que se mencionan a continuación son de las más icónicas de esta zona, algunas más conocidas y otras menos, más tranquilas e igual de bonitas. Un excelente punto de partida para enamorarse del Algarve y de sus encantos costeros.
Praia da Marinha, una de las más bonitas de Europa

Praia da Marinha.
Los amantes del senderismo tienen cerca de esta playa la Ruta de los Siete Valles Colgantes
Esta playa de Lagoa es ideal para familias y también para nadar o hacer esnórquel. Y los más andarines tienen junto a ella una espectacular ruta de senderismo: el Percurso dos Setes Vales Suspensos (o Ruta de los Siete Valles Colgantes). ¿Un consejo para disfrutar mejor de Praia da Marinha? Ir fuera de temporada o madrugar mucho.
Playa de Benagil y su famosa cueva

Playa de Benagil.
Praia do Camilo, en un precioso enclave

Praia do Camilo.
Una gran escalinata de piedra con zona de matorrales y plantas típicas del Algarve, como las jaras, da acceso a la Praia do Camilo, un arenal encajado en medio de un precioso paisaje natural junto a otro de los escenarios más icónicos del Algarve: el cabo Punta de la Piedad. El agua, cristalina, resulta ideal para nadar. Y el contraste de ese color azul con los tonos ocres de los acantilados regala momentos de gran belleza a quienes se acercan hasta esta playa.

Cabo y faro de la Punta de la Piedad.
¿Un plus? La explanada en la cima del acantilado ofrece una vista panorámica fabulosa. Contemplar desde aquí la línea del océano entre Lagos y Albufeira, salpicada por los triángulos blancos de los veleros, no tiene precio.
Praia do Carvalho, el mejor esnórquel

Praia do Carvalho.
Imagina que caminas por un túnel de piedra y al salir encuentras una pequeña, acogedora y encantadora cala paradisiaca. Así es la Praia do Carvalho, una joya del Algarve bastante desconocida. Es uno de los mejores lugares del sur de Portugal donde practicar esnórquel (buceo a poca profundidad, sin necesidad de botellas de oxígeno). Un consejo: dentro del túnel que da acceso a la playa hay escalones, en ocasiones desiguales y empinados, y la arena sobre ellos puede hacerlos muy resbaladizos, así que mejor ir sin prisas (así también habrá ocasión de fijarse en los fósiles marinos incrustados en las paredes). La playa está bastante cerca de Benagil y de Praia da Marinha.
Playa de Amoreira, en la Costa Vicentina

Playa de Amoreira.
La Costa Vicentina enamora a todo aquel que la visita y esta playa es uno de sus secretos. Hablamos de un gran enclave semi salvaje con dunas que se extienden hasta la desembocadura del río Aljezur y que resulta ideal para los surfistas y también para las familias ya que cuando hay marea baja se forma una laguna poco profunda que es perfecta (y muy segura) para los niños. Al estar situada en la desembocadura del río, la Praia da Amoreira permite bañarse en agua dulce o salada y la arena de la playa es fina y suave. Aquí no veremos imponentes acantilados, aunque sí hay formaciones rocosas y, según los lugareños, una de ellas parece un gigante acostado. La playa está a unos ocho kilómetros de Aljezur.
Playa del Barril, contaminación cero

Playa del Barril.
La Playa del Barril es un enclave natural paradisiaco situado en medio de la isla de Tavira. Se trata de una estrecha lengua de arena fina y blanca, de aguas muy azules y mucha tranquilidad. Es una de las 81 playas del Algarve identificada como playa de contaminación cero por la Asociación Zero. Una playa de contaminación cero es aquella en la que no se ha detectado contaminación microbiológica en los análisis realizados en las aguas de baño durante las tres últimas temporadas.
Otro de sus atractivos es cómo se llega hasta allí. Primero hay que atravesar un pequeño puente peatonal que se eleva sobre un canal de la ría Formosa desde la localidad de Piedras del Rey. Después se puede seguir a pie (es un recorrido de algo más de un kilómetro), pero lo más divertido es coger el trenecito que atraviesa toda la isla de Tavira. Otra peculiaridad de esta playa es su cementerio de anclas, un conjunto de grandes anclas colocadas donde antes se varaban los barcos pesqueros y que recuerda la importante industria atunera que hubo en la zona. El trenecito, de hecho, se construyó para la comunidad pesquera.