Varios cruceros en el puerto de Miami.
Una cárcel a bordo y otras curiosidades que no sabías sobre los cruceros
Los grandes y modernos cruceros transportan a miles de personas a bordo, y en estas ciudades flotantes hay servicios propios de una ciudad que están, pero que no se ven
Realizar un crucero es una de las experiencias más populares del turismo actual, en la que se combina el descanso con la diversión y la visita a varios destinos sin necesidad de cambiar de alojamiento. Los pasajeros disfrutan a bordo de todo tipo de comodidades y atenciones. Pero estos grandes barcos son auténticas ciudades flotantes que guardan secretos necesarios para la navegación y que muchos desconocen. Estos son algunos de ellos (otros quizá aún no han sido revelados).
Calabozo a bordo
Sí, es cierto. Algunos cruceros tienen una pequeña cárcel o celda para confinar a pasajeros problemáticos hasta llegar al próximo puerto donde puedan entregarlos a las autoridades locales. Estas áreas de detención no suelen ser visibles para los pasajeros y se utilizan para confinar a personas que han cometido un delito (normalmente peleas, robos o posesión de drogas) o han infringido las normas del barco. Nunca verá a un policía a bordo, la vigilancia y persecución de los posibles malhechores se realiza con la máxima discreción.
Helipuerto para emergencias
Crucero con helipuerto en la proa.
En algunos barcos está visible en la parte de proa o de popa, y es de acceso restringido, solo para la tripulación autorizada. En otros está incluso fuera de la vista de los pasajeros, pero muchos cruceros tienen helipuertos para evacuar rápidamente a pasajeros en situaciones médicas urgentes.
Un pequeño ejército
Zona de acceso restringido a la tripulación.
Un crucero promedio de los más populares puede llevar entre mil y dos mil empleados de diferentes nacionalidades que trabajan en cocinas, entretenimiento, mantenimiento y atención al pasajero. Conviven durante muchos meses, muy lejos de casa, y un equipo se encarga de que las relaciones entre ellos no deriven en conflictos. «El área de la tripulación es una ciudad entera que los pasajeros nunca ven», señala un empleado de crucero. En los grandes cruceros, el ratio suele ser de un tripulante por cada cuatro o cinco pasajeros; en barcos de más lujo puede acercarse al uno por uno.
Potabilización propia del agua
Los cruceros necesitan de abastecerse de mucha agua dulce tanto para consumo como para la higiene de pasajeros y tripulación. Por eso cuentan con sistemas avanzados que convierten el agua salada en agua potable. Esto les permite reducir considerablemente la cantidad de agua fresca almacenada al salir del puerto. Algunos de ellos hasta se autoabastecen de agua.
Protocolos contra enfermedades
Crucero en un paraíso tropical.
La de los cruceros fue una de las industrias más castigadas por el COVID y en su mérito hay que decir que salieron de la pandemia con unos protocolos sanitarios espectaculares. Pero ya desde mucho antes de la pandemia los barcos de crucero ya tenían protocolos muy rigurosos para evitar enfermedades a bordo. Se extrema mucho la vigilancia ante un posible foco de contagio y se realizan desinfecciones periódicas en todas las áreas comunes.
Generación energética
Un crucero moderno necesita de suficiente energía para abastecer las necesidades del barco, su tripulación y sus pasajeros (en los barcos más grandes puede haber hasta casi diez mil personas a bordo). Las principales navieras investigan a fondo para optimizar su consumo de energía y algunos barcos tienen pilas y baterías de combustible capaces de generar electricidad con el movimiento del barco.
Estabilizadores contra el mareo
Los modernos barcos actuales cuentan con estabilizadores avanzados bajo el casco, que reducen enormemente el balanceo para garantizar mayor comodidad y prevenir mareos entre los pasajeros. Muchos cruceristas primerizos se sorprenden de que apenas notan oscilación alguna durante toda la travesía.
Reciclaje y tratamiento de residuos
Los barcos están equipados con sofisticados sistemas de reciclaje y tratamiento de residuos para reducir su impacto ambiental. Los más modernos de las principales navieras incluso convierten residuos orgánicos en energía.
Protección invisible contra incendios
Las chimeneas ahora son decorativas.
En el imaginario de los transatlánticos de la época del Titanic los barcos emitían mucho humo por grandes chimeneas. Ahora si alguno lleva chimenea es meramente decorativa y el humo no es bienvenido a bordo. De hecho, los materiales de los cruceros están revestidos para dar una apariencia de hotel flotante, pero la mayoría son ignífugos para evitar los incendios en alta mar.
Una morgue en el mar
Es una situación que ninguna naviera desea, pero puede ocurrir: el fallecimiento repentino de algún pasajero durante la travesía. Además, es normal que muchos de los pasajeros sean personas mayores, que disponen de más tiempo libre para, por ejemplo, realizar un crucero de vuelta al mundo, que implica varios meses de navegación lejos de casa, y puede sobrevenir un deceso inesperado. Los barcos de crucero cuentan con una morgue para mantener cuerpos de manera segura y respetuosa en caso de fallecimiento hasta regresar a tierra firme.