La «Pequeña Venecia» de Francia.Getty Images/iStockphoto

El bonito pueblo medieval de Alsacia conocido como 'la Pequeña Venecia' de Francia

Esta joya medieval es uno de los lugares más bonitos de Europa y su centro histórico parece el escenario de alguno de los cuentos de los hermanos Grimm

En la región francesa del Gran Este, en el nordeste del país y cerca de la frontera con Alemania se encuentra la encantadora ciudad de Colmar, que parece sacada de un libro de cuentos de los hermanos Grimm. Conocida como la Pequeña Venecia de Francia, es una de las ciudades más románticas y maravillosas de Europa, con un extenso casco antiguo medieval perfectamente conservado.

El escenario de postal que regala Colmar hará echar humo a las cámaras de los móviles de los visitantes

El escenario de postal que regala Colmar al viajero está marcado por sus calles empedradas, sus tranquilos canales que atraviesan el casco antiguo, sus coloridas y pintorescas casas de entramado de madera y sus plazas escondidas, que harán echar humo a las cámaras de los móviles para inmortalizar todos estos atractivos.

Un casco histórico único

Casco antiguo de la ciudad de Colmar.Getty Images

Ubicada en el corazón de la región francesa de Alsacia, al pie del macizo montañoso de los Vosgos, Colmar alberga uno de los cascos antiguos mejor conservados de Alsacia. Pasear por sus calles adoquinadas es retroceder varios siglos, con fachadas renacentistas, balcones floridos y tejados inclinados que recuerdan a las ilustraciones de un cuento. Entre sus joyas arquitectónicas destacan la Maison Pfister, del siglo XVI, con frescos y galerías de madera, y la Koïfhus o antigua aduana, que fue centro económico de la ciudad medieval.

El trazado urbano se articula en torno a plazas animadas como la de la Catedral, presidida por la Colegiata de San Martín, un templo gótico que subraya la importancia religiosa y política de Colmar en la Edad Media.

La «Pequeña Venecia»

Paseo en barca por los canales de Colmar.Getty Images/Hansenn

Uno de los rincones más fotografiados es el barrio conocido como la Petite Venise. Situado junto al barrio de los pescadores, debe su nombre a los canales del río Lauch, que atraviesan un conjunto de casas de colores con entramado de madera que se reflejan en el agua. Cada casa se caracteriza por formas, decoraciones y combinaciones de colores propias. Es una delicia recorrer los canales en pequeñas barcas de madera y contemplar la ciudad desde esa perspectiva.

Entre Francia y Alemania

Museo de Unterlinden.Getty Images/Roman Babakin

Colmar es también un espejo de la historia de Alsacia, región disputada durante siglos por Francia y Alemania. Esa condición fronteriza ha dejado huella en su arquitectura, su gastronomía y su identidad cultural. Aunque pertenece a Francia desde 1945, todavía conserva un marcado carácter germánico que se percibe en el idioma, la cocina y las tradiciones locales.

Mercadillos navideños de fama internacional

Colmar en Navidad.Getty Images/Kavalenkava Volha

Si hay un momento en el que Colmar se convierte en un destino irresistible es en Navidad. Sus mercadillos navideños, repartidos por varias plazas del casco histórico, son considerados de los más bellos de Europa. Luces, puestos de artesanía, dulces típicos y vino caliente atraen cada diciembre a miles de visitantes de todo el mundo.

Colmar no solo es pintoresco: también cuenta con un notable patrimonio artístico. El Museo Unterlinden, ubicado en un antiguo convento, alberga una de las obras maestras del arte europeo, el Retablo de Isenheim, de Matthias Grünewald, además de colecciones de arqueología, arte medieval y pintura moderna. A ello se suma el Museo Bartholdi, dedicado al escultor nacido en la ciudad que diseñó la Estatua de la Libertad.

Gastronomía y vinos

Flammkuchen o «tarte flambée», comida típica de Alsacia.Getty Images/iStockphoto

El viaje a Colmar no estaría completo sin una inmersión en la cocina alsaciana. Aquí conviven platos de raíz alemana y francesa: el chucrut garnie, el Flammkuchen o tarte flambée, los pretzels y los quesos de montaña. La ciudad es además un punto clave de la Ruta del Vino de Alsacia, que recorre viñedos donde se producen variedades como el riesling o el gewürztraminer.

Qué ver y cómo llegar

Vista aérea de la Colegiata de San Martín.Getty Images

En una visita corta no deberían faltar la Petite Venise, la Colegiata de San Martín, el Museo Unterlinden y un paseo por las plazas de la ciudad vieja. Añadir un recorrido en barco por los canales o una parada en un winstub (taberna típica) permite completar la experiencia.

Colmar se encuentra a 70 kilómetros de Estrasburgo y a 45 de Basilea (Suiza), lo que la convierte en un destino fácilmente accesible en tren desde cualquiera de estas ciudades. El aeropuerto más cercano es el de Basilea-Mulhouse, con conexiones internacionales.