Hipopótamos en el Parque Nacional Queen Elizabeth de Uganda.
Safari fluvial por el salvaje Canal de Kazinga, la «Esmeralda de África» donde reina el hipopótamo
El agua y la vida salvaje se juntan en Uganda en este paraíso terrenal que seguirá existiendo cuando ya no quede nadie para contarlo
Uganda no es la perla de África, como la calificó Churchill, sino una auténtica esmeralda. El país de los grandes lagos es conocido por ser uno de los últimos lugares del planeta donde aún habitan comunidades de gorilas de montaña. Sin embargo, esconde tesoros naturales más allá del Bosque Impenetrable de Bwindi.
En 1952 se delimitaron las dos grandes reservas nacionales del país: Murchison Falls, con la cascada más peligrosa de África, y el Parque Nacional de Queen Elizabeth, denominado así por la visita que la reina Isabel II realizó aquel año. Campos de plataneras, maíz, papiro y plantaciones de té rodean las carreteras de llegada a este sorprendente espacio natural; en los irregulares arcenes, los niños alzan sus manos y saludan con una alegría contagiosa e inusual para Occidente.
Leones trepadores
León trepador del Parque Nacional Queen Elizabeth de Uganda.
Al norte, en la frontera con Congo, los nevados Montes Rwenzori, más conocidos como Montes de la Luna, se dejan ver cual acuarela impresionista. Su pico más alto (5.109 m), el monte Stanley, es el tercero de África, y el ascenso hasta la cima es una apasionante aventura para montañeros y escaladores que huyen de las multitudes del Kilimanjaro.
Cocodrilo del Nilo.
En Queen Elizabeth las cebras se extinguieron definitivamente en las últimas décadas del siglo XX, y para las jirafas no es hábitat propio; en compensación, es uno de los pocos lugares del planeta donde se pueden ver leones trepadores de árboles. Se trata de un espacio natural de intenso verde y aire tropical: de su tierra blanca brotan gigantescas euphorbias que ocultan leopardos y acacias habitadas por tejedores que, con sus nidos, las decoran en eterna Navidad.
El África más verde
Leopardo en una euphorbia.
Es la imagen del África más verde, refugio de 95 especies de mamíferos, 35 variedades de reptiles, 9 de primates y más de 650 tipos de aves. Recorriendo sus caminos, a veces encharcados, con la paciencia de un buen observador y la experiencia del guía, veremos leones y leopardos. Más sencillo será encontrar manadas de búfalos, elefantes, hipopótamos, facóqueros y todo tipo de antílopes, en especial el llamado kobo de Uganda, que junto a la grulla coronada es símbolo del país.
Excepto los rinocerontes, que fueron aniquilados, en Queen Elizabeth habitan cuatro de Los Cinco Grandes
Excepto los rinocerontes, que también fueron aniquilados, en Queen Elizabeth habitan cuatro de Los Cinco Grandes. El tiempo pasa volando en estos 2.000 km² de belleza implacable y violencia antigua, donde la fauna vive en un ciclo eterno de cazar o ser cazado: un lugar no apto para ingenuos.
Crucero fluvial
Vista del Canal Kazinga desde el lago Edward.
Hubo en esta zona explosiones de gases acumulados bajo tierra que dieron lugar a la formación de cráteres, como el Kasenyi, y lagos salinos donde los animales van a reponer sal. Contando estos lagos cratéricos y, según cifras de la Uganda National Environment Management Authority, el país tiene más de 160, de los que el más importante es el Victoria, lugar del nacimiento del Nilo y el mayor del continente.
El crucero fluvial por el Canal de Kazinga comunica los lagos George y Edward en un recorrido de 40 kilómetros
Es uno de los países con más agua de África e idílico para quienes buscan safaris fuera de lo común: los fluviales. Es aquí donde uno destaca entre todos: el crucero fluvial por el Canal de Kazinga, que en 40 kilómetros comunica los lagos George y Edward. En la península de Mweya los barcos y guías esperan el embarque de los visitantes para navegar hacia el Edward.
Fauna salvaje
Pelea de elefantes en la orilla del canal.
El canal es un espejo traicionero que hierve de hipopótamos, con mirada inquietante, desafiante y misteriosa. Calculan la distancia como un soldado en la trinchera: son absolutamente territoriales. Son fundamentales para el ecosistema, ya que cortan el césped, pero son también los animales que más muertes humanas causan en África. Se ven cocodrilos en las riberas, inmóviles y con las fauces abiertas, bostezando la muerte. La escena sobrecoge, cuando en realidad el reptil se encuentra en fase de descanso y refrigerio. Es quizá aquí donde llegó Noé con su arca: el Edén, uno de los rincones más especiales de la Tierra.
Leona con sus cachorros en el Parque Nacional Queen Elizabeth.
Los elefantes bajan al agua con la solemnidad de un ejército de veteranos, mientras los búfalos, bestias del fango, pastan o se revuelcan en el barro para bajar su temperatura y ahogar insectos y parásitos. Sobre sus lomos, un pequeño centinela alado es su mejor aliado: el picabueyes, que limpia, vigila y alerta. Tras pasar un poblado de pescadores con sus chozas de madera y canoas talladas en un solo tronco, marabúes, pelícanos, elefantes, búfalos, facóqueros y cientos de aves se agolpan para salir juntos en la misma fotografía.
Carla Royo-Villanova en el Canal de Kazinga.
Es Kazinga todo un santuario para ornitólogos y amantes de las aves, ya que alberga especies endémicas y rarezas de la avifauna africana: más de 600 variedades registradas anidan, pescan y revolotean en sus orillas. Selva, agua y vida en este paraíso terrenal que seguirá existiendo cuando ya no quede nadie para contarlo.
Equipo de Ankawa Safari.
Para viajar a Uganda y sentir la verdadera llamada de África, viviendo la autenticidad de sus reservas y alejados del turismo convencional, Ankawa Safari es la opción perfecta. Desde su camión todoterreno con vistas 360º y las comodidades esenciales para el viaje, África se siente tan cerca que su esencia perdura para siempre.