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29 de abril de 2024

La pediatra recomienda no ofrecer comidas procesadas, en su lugar, mejor las grasas saludables

A medida que los niños crecen, van adquiriendo la capacidad de moverse y, con ella, la de llevarse todo a la boca
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Primeros auxilios

¿Qué hacer si un niño se atraganta?

A medida que los niños crecen, van adquiriendo la capacidad de moverse y, con ella, la de llevarse todo a la boca

La asfixia o el atragantamiento es una de las causas más comunes de lesiones en niños de entre 6 meses y 3 años de edad. A medida que los bebés crecen, van adquiriendo la capacidad de moverse, girarse y curiosear el entorno que los rodea y, con ella, la de llevarse todo a la boca, lo que puede suponer un gran peligro para ellos.
Para saber cómo actuar ante estos casos, en los que los pequeños de la casa han ingerido trozos de comida demasiado grandes u otros objetos, que se atascan en sus gargantas, es indispensable que los familiares y cuidadores sepan cómo actuar en estos casos, para lo que es fundamental tener nociones básicas de primeros auxilios hasta que se pueda obtener asistencia médica.
Aquellos que necesiten informarse para actuar de forma correcta en estos indeseables escenarios, pueden consultar la guía elaborada por pediatras del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid en 2017. En ella se orienta a los padres, tutores y cuidadores para afrontar estas preocupantes situaciones.

Cómo actuar ante el atragantamiento o la asfixia

Cuando un niño traga algún objeto o alimento, este puede ir hacia las vías respiratorias, lo que se traduce en un acceso brusco de tos que puede acompañarse de dificultad para hablar, respirar y de palidez o color morado de los labios. De hecho, el pequeño puede dejar de respirar y llegar a perder el conocimiento.
Los pediatras recomiendan actuar de la siguiente manera en función de la gravedad de la obstrucción de la vía aérea:

Obstrucción leve

  • En el caso de que el niño esté consciente y con tos pero puede respirar, hablar o llorar, se debe colocar en posición incorporada.
  • Estimularlo para que siga tosiendo.
  • Vigilar si los signos de dificultad para respirar o tragar continúan.

Obstrucción grave

  • La obstrucción grave es aquella en el que el niño está consciente pero la tos es débil o inefectiva y le cuesta respirar, llorar o hablar. Su piel puede ponerse azul. En estos casos es indispensable pedir ayuda.
  • Abre la boca al pequeño y si el objeto es visible y accesible, retíralo con el dedo en posición de gancho, de atrás hacia adelante.
  • Bebés menores de 1 año. Si el niño no ha cumplido el año de vida, procede a dar cinco golpes en la zona media de la espalda con el talón de la mano y otros cinco en la zona media del pecho con dos dedos.
  • Niños mayores de 1 año. Si el pequeño tiene más de un año, se recomienda dar cinco goles en la espalda y cinco golpes en el abdomen, realizando la conocida maniobra Heimlich.
  • Se recomienda repetir las maniobras hasta que el niño expulse el objeto y pueda respirar con normalidad o hasta que se quede inconsciente.
  • Si el niño se queda inconsciente habría que realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar.

Reanimación cardiopulmonar

  • Colocar al niño boca arriba sobre una superficie dura.
  • Abrir la vía aérea realizando la maniobra frente-mentón, con una mano en la frente y otra en la barbilla, inclinando la cabeza ligeramente hacia atrás.
  • Realizar dos insuflaciones boca-boca en niños o bocha-boca/nariz en el caso de los bebés.
  • Si no hay signos de vida, presionar fuerte y rápido en el centro del pecho para hundirlo (4 centímetros en bebés y 5 centímetros en niños), con una frecuencia de 100-120 por minuto.
  • Repetir el ciclo de 30 compresiones y 2 insuflaciones hasta que el niño responda (se mueva o respire) o llegue el servicio de emergencias.

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