¿Tienen un buen futuro las relaciones con gran diferencia de edad?

No, los polos opuestos no se atraen. De desmentir este famoso mito se ha encargado la ciencia. Un reciente estudio de CU Boulder, y publicado en Nature Human Behavior, que ha estudiado más de 130 rasgos y millones de parejas durante más de un siglo concluyó que, aunque pueda parecer seductor sentirse atraído por una persona radicalmente distinta a uno mismo, pasada la la fase de enamoramiento los opuestos tienen a repelerse, al contrario que los imanes –y de lo que se pensaba–.

Hasta llegar al comieron perdices y fueron felices para siempre, distintos investigadores han intentado hallar la fórmula que tenga por resultado este tópico tan cinematográfico. La comprensión, la paciencia o la comunicación son factores destacados por los sabios conocedores de las parejas y sus problemas.

Entre los hábitos que ha de compartir una pareja para ser más feliz, un equipo de la Universidad de Michigan llegó a saber a través de más de 2.500 encuestas a matrimonios que beber juntos es una de las claves para una relación dichosa. Pero no hasta caer en el coma etílico, sino lo que al estudio se refiere es a compartir hábitos de consumo de bebidas con el fin de disfrutar, una cata de vinos o una caña en el aperitivo.

¿Tiene edad el amor?

Que el amor no entiende de edades es otras de esas leyendas sobre las relaciones amorosas que ha sido puesta en duda por los estudiosos. Aunque el futuro se verá, siempre hay alguna excepción que confirma la regla, como Catherine Zeta Jones y Michael Douglas, que se llevan más de 20 años; Mick Jagger y Melanie Hamrick, de 80 y 36 años respectivamente; o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, de 48, y su prometida, Teresa Urquijo (26).

De hecho, un equipo de la Universidad de Emory, Atlanta (Georgia, EE.UU.), que contó con 3.000 parejas, concluyó que cuánto mayor es la brecha de edad en una pareja, mayor es también la probabilidad de ruptura. Esta advocación al fracaso, indican los investigadores, no se debe a la edad en sí, sino que a que en cada etapa de la vida cambian mucho los intereses y los objetivos de una persona.

Según los datos que extrajeron de las encuestas, en relaciones en la que sus miembros de llevaban 5 años era un 18 % más probable que acabara en fracaso. Con una resta de 10 años entre los novios, la posibilidad de ruptura aumentaba a un 39 %. A los 20 años, hasta casi un 95 %. Solo las parejas con una diferencia de un año parecen salvarse. En estas el riesgo de divorcio es del 3 %.

La edad parece importar en el amor, pero también otros muchos factores son decisivos en la durabilidad de una pareja. Según un último estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, la calidad de una relación depende más de la percepción que tengan sus miembros y de la satisfacción que haga sentir. Cinco son los indicadores que determinan el nivel de contento en un matrimonio: el compromiso percibido de la pareja, la apreciación, satisfacción sexual, satisfacción percibida del otro y conflicto.