Tamara Falcó e Iñigo Onieva se funden en su beso apasionado en su preboda
Invitados inesperados y un menú exótico en la preboda de Tamara e Íñigo
La celebración de la preboda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva tuvo lugar en el exclusivo Hotel Mandarín Oriental Ritz de la capital madrileña, el mismo enclave que mañana, día 9, servirá a los ya recién casados, para despedir a sus familiares y amigos con un almuerzo especial. Hasta allí se desplazaron numerosos rostros conocidos de la crónica social de nuestro país, como Vicky Martín Berrocal, Juan Avellaneda, la actriz y hermana del novio, Alejandra Onieva, Manuel Falcó, Amparo Corsini, Eugenia Martínez de Irujo, Cristina Reyes o Wes Gordon, el director creativo de Carolina Herrera que ha confeccionado el traje de novia de Tamara, entre otros. No así Enrique Iglesias que, finalmente, no ha viajado a España para acompañar a su hermana en su gran día, tal y como desveló Julio José Iglesias en Y ahora Sonsoles: «Mi hermano no viene porque no le gustan las bodas. No estuvo ni en mi boda», expresó.
Cabe destacar, en este sentido, que la ausencia de Isabel Preysler y Carolina Molas, madres de los novios, en el festejo, no es casual; pues se trató de una fiesta organizada expresamente para los más jóvenes invitados del total que acudan hoy al enlace.
Íñigo Onieva y Tamara Falcó llegaron por separado al evento. Sin embargo, una vez dentro, ambos se mostraron muy unidos y felices, disfrutando de la compañía de todos los allí presentes. Para la ocasión, la marquesa de Griñón lució, radiante, un traje blanco de su colección Family & Friends primavera-verano 2023, en colaboración con Pedro del Hierro; mientras que el empresario optó por un estilismo algo más informal: unos pantalones vaqueros de color negro, que combinó con una camisa azul cielo y una americana a juego más oscura.
Los invitados a la fiesta, de tipo cóctel, pudieron disfrutar de un menú de lo más exquisito elaborado, probablemente, por el reconocido chef Quique Dacosta que, desde hace un tiempo, está al frente de las cocinas del restaurante estrella del emblemático hotel, Deessa: bocado de patata trufada, pimiento caramelizado, empanadillas crujientes de rabo de toro, pan airbag con presa ibérica, croquetas de boletus, dado de atún marinado, pan bao de codillo asado con pimiento verde, chupito de gazpacho, cóctel de salpicón de marisco gallego en lima, o tartar de vaca madurada con huevo de codorniz, entre otros. Todo ello, acompañado de un maridaje de vinos y champanes, donde no faltó el Moët & Chandon Impérial, el más emblemático de La Maison desde 1869, ni el Marqués de Griñón – Verdejo 2022 (D.O Rueda). El toque dulce a la velada lo pusieron unas milhojas de crema, delicias de chocolate y unas brochetas de trufas.
La fiesta estuvo ambientada, en lo que a lo musical se refiere, por el grupo sevillano Los Alpresa que, según ha trascendido, tocaron varias canciones a petición del propio Íñigo Onieva.
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