Margarita de Dinamarca, en una imagen de archivo
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La jubilación de oro de Margarita de Dinamarca: estos son sus planes tras la abdicación
Tras 52 años en el trono, disfrutará de un retiro de ensueño dedicado a sus pasatiempos favoritos
Federico X se ha convertido este domingo en nuevo Rey de Dinamarca tras firmar su madre, la Reina Margarita II, su declaración de abdicación en un acto celebrado en el castillo de Christianborg, sede del Parlamento. Margarita II, que conserva el título de Reina, el tratamiento de Majestad y la función de regenta interina –en caso de que el Rey y el heredero se encuentren fuera del país–, abandonó la sala visiblemente emocionada y se montó en un sencillo coche que la llevaba de vuelta al palacio de Amalienborg, en el centro de la ciudad.
Sorprendía que no abandonase el lugar tal y como había llegado: en su carruaje ataviada con pieles, con una pequeña herradura de rubíes regalo de su padre y su icónica melena plateada recogida en un elegante moño. Daba entender con este sencillo cambio de vehículo su nueva función, en segundo plano y por detrás de su hijo. Sus lágrimas al dejarle sitio denotan también el fin de una era, pues con su reinado desaparece también la única mujer al frente de una monarquía.
Fue hace tan solo dos semanas cuando la monarca de 83 años anunciaba, por sorpresa y minutos antes de dar comienzo el año, que decidía abdicar en favor de Federico X. En aquel momento, muchos recordaron las palabras pronunciadas por ella misma años antes en las que aseguró que nada le haría abandonar el trono salvo su fallecimiento. Sin embargo, la operación de espalda a la que se sometió el año pasado le hizo cambiar de opinión y delegar sus funciones.
La Reina Margarita ascendió al trono joven, con 31 años, cuando su padre Federico IX murió de forma inesperada a causa de las complicaciones producidas por una neumonía. Ella misma reconoció que llegó «verde» ante su falta de experiencia y con solo el favor del 45 % de los daneses. A lo largo de los años, en cambio, la percepción del pueblo cambió y se convirtió en una de las más queridas. No solo por su buen hacer con la corona, sino por sus continuas inquietudes intelectuales, especialmente por el arte y la arqueología, facetas a las que se podrá dedicar de ahora en adelante.
Después de haber aprobado el examen de filosofía en la universidad de Copenhague en 1960, la Reina estudió arqueología en la Universidad de Cambridge y obtuvo un diploma en Arqueología Prehistórica. Por si fuera poco, ha participado en una miríada de excavaciones en el país y en el extranjero, algo que compartía con su abuelo el Rey sueco Gustavo.
Copia impresa de ´El señor de los Anillos´ con las ilustraciones de la Reina
Artista polifacética en diseño de vestuario, escenografía, ilustraciones, textiles eclesiásticos, trabajos de découpage, bordados y pinturas, ha sido parte del equipo artístico detrás de un espectáculo de ballet en Tivoli hasta en 8 ocasiones distintas. En 2021, la Reina diseñó el vestuario y la escenografía para la Reina de las Nieves.
También ha estado pintando durante la mayor parte de su vida. Cuando aún era princesa, creó hermosas ilustraciones del éxito de ventas de Tolkien El Señor de los Anillos mientras estudiaba en Inglaterra.
Para ello usó el seudónimo de Ingahild Grathmer y envió sus interpretaciones pictóricas de las escenas del libro a Tolkien a principios de la década de 1970. Por lo general, Tolkien no quería que los artistas ilustraran sus obras, ya que animaba al lector a crear sus propias imágenes de la historia en sus cabezas. Sin embargo, cuando Tolkien falleció en 1973, se encontraron varios dibujos en blanco y negro con comentarios elogiosos escritos en los dibujos. No eran otros que los de Ingahild Grathmer. Tolkien estaba fascinado por el diseño misterioso y el hecho de que no se representaban personajes.
Margarita de Dinamarca diseñó el vestuario de La Reina de las Nieves
Por si fuera poco, también es una consumada costurera. Según explica la biografía de la página web de la realeza, empezó a interesarse cuando era niña y veía a su madre, la Reina Ingrid, bordar como pasatiempo. Inspirada por ella, poco después probó suerte y se dedica a crear y personalizar objetos para distintos miembros de su familia.
Con razón tiene la reputación de ser la monarca más intelectual de Europa. En su mesilla de noche, además de pinceles, aguja e hilo, siempre habrá libros. Y no solo en danés, puesto que habla, además, inglés, francés, alemán y sueco. La Reina podría aprovechar su tiempo libre para dedicarse a la lectura, aumentar sus conocimientos pictóricos o continuar con sus bordados. Todo ello, eso sí, dentro del palacio de Amalienborg, donde tiene establecida su residencia desde hace décadas y no piensa en cambiar.
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