Sofía Palazuelo deslumbra como la invitada más elegante de la boda de su hermano Fernando con Micaela Belmont

La duquesa de Huéscar, Sofía Palazuelo, volvió a acaparar todas las miradas este fin de semana en Cáceres, donde se celebró la esperada boda de su hermano, Fernando Palazuelo, con la peruana Micaela Belmont. La ceremonia, que reunió a familiares, amigos y destacadas personalidades de la alta sociedad, se convirtió en un auténtico desfile de estilo, y una vez más, Sofía demostró por qué es considerada un icono de elegancia discreta y contemporánea.

Para la ocasión, la duquesa apostó por un vestido de silueta fluida en tono mostaza tostado, una creación que destacaba por su corte arquitectónico y su aparente simplicidad, sello distintivo de su estilo. La prenda, confeccionada en un tejido con una caída suave y natural, presentaba un escote en «V» y mangas amplias, aportando movimiento y ligereza al conjunto. Como detalle diferenciador, Sofía añadió un cinturón de raso azul marino, que ceñía la cintura con elegancia y añadía un contraste cromático exquisito, demostrando una vez más su habilidad para equilibrar sobriedad y sofisticación.

El complemento estrella del look fue una imponente pamela de paja natural, de ala ancha y borde deshilachado, que aportaba un aire campestre y chic, ideal para una boda de día en un entorno histórico como el de Cáceres. La pieza, ligeramente ladeada, enmarcaba su rostro con sutileza y reflejaba ese gusto por los accesorios artesanales que caracteriza el estilo de la duquesa.

En cuanto a los accesorios, Sofía eligió unos pendientes largos con detalles en azul oscuro que combinaban a la perfección con el lazo del vestido, y un clutch rígido de estampado geométrico en tonos dorados y marrones, aportando textura y coherencia visual al conjunto. El toque final vino de la mano de una pulsera dorada minimalista, que completaba el look sin sobrecargarlo.

Su maquillaje, de acabado natural, resaltaba la luminosidad de su piel con un ligero rubor, labios en tono ciruela suave y pestañas definidas, mientras que el recogido bajo pulido realzaba la armonía del conjunto y permitía que la pamela luciera en todo su esplendor.

Fiel a su filosofía de «menos es más», Sofía Palazuelo volvió a demostrar que la elegancia no reside en los excesos, sino en los detalles bien escogidos, las líneas limpias y la coherencia estilística. Cada una de sus apariciones públicas confirma su dominio de la moda clásica reinterpretada con toques modernos, un estilo que la ha convertido en una de las mujeres más admiradas del panorama nacional.

La boda, celebrada en un enclave monumental del casco histórico de Cáceres, estuvo marcada por un ambiente de distinción y alegría. Entre los asistentes, destacaron familiares de los novios y amigos cercanos de la familia como Ágatha Ruiz de la Prada junto a su hijo Tristán Ramírez, Piru Urquijo, abuela de Teresa Urquijo y Patricia Llosa, viuda de Mario Vargas Llosa.