Cata Lupu, el parrillero que reúne a los futbolistas en su restaurante de Madrid: «Aquí no hay VAR solo carne»

Nada más poner un pie en la Taberna de Elia las miradas se dirigen a la vitrina donde se exponen los cortes de carne como si de piezas de museo se tratasen. Siempre hay una representación de al menos ocho razas con distintos grados de maduración que comparten como destino la parrilla de carbón. Una vez contemplado el tesoro no faltan las miradas curiosas que se detienen en las mesas de la sala donde resulta habitual ver a futbolistas, políticos y muchos rostros conocidos por su ubicación en la avenida de Dos Castillas en Pozuelo de Alarcón.

El alma de este restaurante es Cata Lupu quien desembarcó en España en 2003 procedente de Rumanía. «Tomé la decisión de irme de mi país porque no encontraba mi lugar y hubo muchos cambios tras la revolución. Mi hermano había salido un año antes a Valladolid y le dije que me quería ir con él. Dejé a mi querida esposa y a mi hijita con cuatro años y me vine», declara en conversación con El Debate. El periplo no resultó fácil. «Como todo extranjero sin papeles empecé trabajando en lo que pillas: cargando pollos por la noche, en el invernadero, el campo, de camarero... Hasta que llegué a El Torreón de Tordesillas, donde hubo una relación de amor con el producto, la carne y los vinos. Como rumano, de la zona en la que venía pescado se comía poco». En 2006, su hermano se instaló en Madrid y comenzó a trabajar en un bar. Se quedó con el local, compró otro contiguo y así nació La Taberna de Elia, que este 2025 cumple 18 años. Cuenta con dos socios más, además de él y su hermano.

En este templo de la carne reinan la ternera nacional como la charra de Salamanca, la gallega o la de Ávila, el vacuno centro europeo con 40 días de maduración o con 80, buey gallego o del norte de Portugal, wagyu Kagoshima Sanuki, black angus, angus argentino y vacuno mayor. Cata Lupu siempre habla con claridad y asegura que no tiene sentido escoger una pieza de rubia gallega o de un buey por el mero hecho de que, se supone, son las mejores y luego se pida cocinarla muy pasada.

Además de las carnes, en su carta sobresale el pisto de verduras a la brasa que sigue una receta tradicional rumana con una gran proporción de berenjena como el que cocinaba su madre. Otros éxitos son su ensaladilla con un acertado toque de encurtidos, sus croquetas caseras o el pincho de bacalao rebozado. También es famosa su ración de torreznos. Y de postre, el cremoso arroz con leche asturiano.

La afición de Lupu por el vino se deja notar en una bodega con 300 referencias donde no faltan tintos como el avileño Jirón de Niebla o Altar 2018 de Otazu o un Cabernet Sauvignon elaborado en Navarra. El local se dividen en un salón principal con un reservado, una zona de barra, una terraza acristalada con el techo articulado y otra la exterior para verano. El precio medio depende mucho de lo que se coma y se beba, tienen menús de grupo a partir de 50 euros, y el Menú Elia, con tres platos más postre, cuesta 47,5 euros.

El último en sucumbir a la carta del restaurante ha sido el exmadridista, Fernando Hierro, quien por supuesto se fotografió con Cata Lupu, al frente del negocio. «Si el capitán Hierro nos elige... será por algo», escribió este parrillero de éxito nacido en Rumanía. También han pasado por allí el director del Castilla, Arbeloa, o el centrocampista del Atlético, Marcos Llorente. «Aquí no hay VAR, solo carne», escribió Cata con su humor habitual tras su visita. Los jugadores del Getafe como David Soria, Juanito Iglesias, Luis Milla o Domingo Duarte suelen reunirse allí. El alcalde José Luis Martínez Almeida, el expresidente Mariano Rajoy o la presentadora Sonsoles Ónega también conocen bien la calidad de la materia prima del restaurante.

Además de La Taberna de Elia, Cata Lupu regenta el restaurante Luz de Lumbre, en San Lorenzo de El Escorial, donde reside desde hace años.