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23 de abril de 2024

Sixto Enrique Borbón-Parma alistándose en la Legión

Sixto Enrique Borbón-Parma alistándose en la Legión@AldeanoRancio

El Príncipe carlista que se cambió de nombre para aspirar al trono de España

Sixto Enrique de Borbón-Parma, se cambió de nombre y se alistó en la Legión para que su hermano Carlos Hugo tuviese más oportunidades para optar al trono español

A mediados de los años 60 resultaba evidente que el futuro de España estaba en manos de Franco. Por la Ley de Sucesión de 1947 España se constituía en reino aun careciendo de Rey. Ahora le quedaba a Franco elegir la persona para el regreso, por tercera vez, de la monarquía a España.

Candidatos al trono de España

Los posibles candidatos eran: Juan, Juan Carlos y Alfonso de Borbón, Carlos Hugo de Borbón-Parma y Otto de Habsburgo.
Juan, hijo de Alfonso XIII, fue rápidamente descartado por su actitud contraría a la España nacional durante la Segunda Guerra Mundial. Al igual que Otto de Habsburgo, que carecía de vínculos con España salvo su apellido. Alfonso de Borbón era hijo del primogénito de Alfonso XIII de nombre también Alfonso, apartados de la sucesión al trono por su padre y abuelo, el rey Alfonso XIII. Alfonso se casaría en 1972 con Carmen, nieta de Franco.
Carlos Hugo de Borbón era pretendiente al trono de España por la rama carlista. Los tradicionalistas, en teoría, tenían muchas bazas a su favor. Franco había podido ganar la guerra con la imprescindible ayuda de los 67 tercios requetés, con los casi 60.000 boinas rojas que habían combatido bajo sus órdenes al grito de «Dios, Patria, Fueros. Rey» .

Una conspiración para aspirar al trono 

Los vínculos de los Borbón-Parma con España eran muy tenues. Para acrecentarlos se decidió que el hermano menor de Carlos Hugo, Sixto Enrique, se alistase voluntario en la Legión española bajo el nombre de Enrique Aranjuez. Un nombre sacado de su segundo nombre y de su título de duque de Aranjuez.
En diciembre de 1964 José Arturo Márquez de Prado, el jefe nacional del requeté, entró en contacto con el militar carlista Sixto Barranco Carmona, comandante de Infantería y responsable del Banderín Central de la Legión de Leganés. En la calle de Hermanos Bécquer nº 6 de Madrid Carlos Hugo y el comandante Barranco planificaron el alistamiento del hermano menor del pretendiente carlista en La Legión. Sixto se alistaría en Leganés, juraría bandera como primer paso para adquirir la nacionalidad española y así lograr que Franco se fijase en los Borbón-Parma. En la conspiración también entró el capitán de la Legión Morán Carapeto. Barracon y Carapeto habían hecho la guerra en el tercio de requetés sevillano Nuestra Señora de los Reyes.
En el Banderín Central de Leganés se concentraban los solicitantes de toda España para alistarse en La Legión. Se pensó inicialmente enviar a Sixto al Sáhara pero, finalmente, se optó por que fuese a Melilla. Junto a Sixto se alistó otro joven carlista, el bilbaíno Juan Carlos García de Cortázar, que dejó sus estudios de cuarto de industrial, para estar junto al Infante y darle apoyo.
El comandante Sixto Barranco no conocía a Sixto Enrique de Borbón-Parma. No le había visto nunca. Inmediatamente se dio cuenta de quién era cuando dos jóvenes entraron en su despacho y uno le dijo con notable acento francés: «Bueno, ya estamos aquí». «¿De parte de quién vienen ustedes?», preguntó Barranco. «De mi hermano Carlos». El comandante llamó a Hermanos Bécquer y confirmada la identidad de los solicitantes fueron alistados sin más trámites.
A finales de 1964 Sixto comenzó su periodo de instrucción en Melilla, en el Tercio Gran Capitán, I de la Legión, jurando bandera en 1965 en una fecha tan significativa como el 2 de mayo. A la jura acudieron varios carlistas andaluces y valencianos, aunque, aparentemente, se mantuvo en secreto la identidad del nuevo legionario:
«¿Juráis a Dios y prometéis a España, besando con unción su bandera, respetar y obedecer siempre a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y derramar, si es preciso, en defensa del honor e independencia de la Patria y del orden dentro de ella, hasta la última gota de vuestra sangres?».
El mismo día que juró bandera presentó la solicitud para conseguir la nacionalidad española que se le terminó concediendo.
En Melilla el capitán Carapeto recibió al nuevo legionario con grandes abrazos y demostraciones de júbilo. Le alquiló una habitación en el mejor hotel de Melilla para que descansara los sábados y los domingos. En el mismo hotel se alojaron Pepe Zavala y Celestino García Marcos, destacados carlistas jóvenes, que fueron allá con la misión de darle apoyo. El coronel Coloma Gallego mandaba en el I Tercio y  le contactaron desde altas instancia carlistas para informarle de la situación, a lo que este respondió que él solo tenía un legionario que se llamaba Enrique Aranjuez. Coloma destinó al legionario Enrique Aranjuez a su plana mayor para tenerlo controlado.
Cuando Coloma cambió de destino, quedó al mando el teniente coronel Ortigüela, que llamó a su antiguo coronel, muy preocupado, porque el legionario Aranjuez hablaba de cómo serían las cosas cuando su hermano fuese nombrado rey de España. Cuando fue sabido que un Príncipe carlista se había alistado al tercio de Extranjeros los monárquicos juanistas se movilizaron. Había muchas cosas en juego. Aranjuez fue licenciado de La Legión contra su voluntad. El legionario Enrique Aranjuez estuvo en filas los 11 meses que permaneció en La Legión.
El 22 de julio de 1969 el príncipe Juan Carlos de Borbón era designado por Franco como su sucesor en la Jefatura de Estado a título de Rey. El futuro estaba ya escrito. El nombramiento de Juan Carlos de Borbón daba un paso más en la aplicación de Ley de Sucesión de 1947. Ni Juan de Borbón, ni Carlos Hugo de Borbón-Parma iban a ser reyes de España por expresa voluntad de Franco. 
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