Emmeth Till junto a su madre
Picotazos de historia
El espeluznante crimen sin castigo de un niño negro que convulsionó a Estados Unidos
En el año 1955 se produjo un asesinato en el país norteamericano que cambiaría la percepción que su sociedad tenía en relación con la segregación racial y que hasta entonces había preferido permanecer cómodamente ignorante
Emmett Till nació en Chicago en el año 1941. Su padre había sido uno de los muchos negros movilizados, con la salvedad de que había sido juzgado, condenado y ejecutado por violación en Italia en el año 1945. La madre de Emmett, Mamie Elizabeth Till-Mobley, era del estado de Misisipi.
En el año 1955, cuando Emmett tenía catorce años de edad, su tío el reverendo Moses Wright les hizo una visita. En el transcurso de esta contó a Emmett vívidas historias de la vida en el estado del sur que despertaron en el joven el deseo de conocer el lugar de donde procedía la familia de su madre. Así que arregló con su tío Moses el pasar el verano en Misisipí y conocer a la familia que allí tenía.
En la tienda de los Bryant
Emmett era un muchacho dulce y algo tímido, especialmente debido a una tartamudez que le había quedado como secuela de la polio. Este es un dato importante a tenor de los sucesos que le achacarían posteriormente.
El 21 de agosto llegó al pueblo (llamarlo así es dignificarlo demasiado, lugar sería más apropiado) de Money en el estado de Misisipí y se instaló en casa de su tío, donde fue recibido con regocijo. Tres días después, tras salir de misa, acompañó a su primo Curtis Jones y a otros dos chicos del pueblo. Fueron a comprar unos dulces a la tienda del lugar que regentaba el matrimonio Bryant: Ray de veinticuatro años y su esposa Carolyn de veintiuno.
Posteriormente habrá cuatro versiones diferentes de los sucedido, básicamente un adolescente tonto frente a una mujer hermosa. Pero lo ofensivo aquí era que el adolescente era negro y la mujer blanca, que estaban en uno de los estados más segregacionistas del sur de Estados Unidos y que el año era 1955.
Insinuaciones de mal gusto
Las versiones están de acuerdo en que Emmett hizo insinuaciones de mal gusto, el grado sube en función de la versión. Lo que no encaja en este historia es que Emmett, que les recuerdo que tenía catorce años, era una persona tímida y acomplejada por su problema de tartamudez.
Esa noche, a las dos y media de la mañana, tres individuos aporrearon la puerta de la vivienda del reverendo Moses. Se trataba de Ray Bryant que estaba acompañado por un medio hermano suyo y un amigo que jamás sería identificado. Los tres habían estado interrogando a muchachos negros del lugar hasta que les dieron el nombre de Emmett.
Los tres individuos aterrorizaron a la familia del reverendo, obligaron a Emmett a vestirse y se lo llevaron. Fuera de la casa lo ataron y lo arrojaron a la parte de atrás de la camioneta y condujeron el vehículo hasta un apartado granero en el vecino condado de Sunflowers.
Tres días después apareció el cadáver
Viendo que pasaban las horas y el muchacho no regresaba el reverendo Moses, acompañado por Curtis Jones, denunció ante el alguacil, a primera hora de la mañana, lo sucedido. El alguacil interrogó a Ray y a su medio hermano, quienes reconocieron haberse llevado a Emmett, haberle pegado y, posteriormente, lo habían dejado enfrente de la tienda de Ray. Magullado, pero vivo. Ambos fueron detenidos por secuestro.
Tres días después apareció el cadáver de Emmett en el río Tallahatchie. Aunque el cadáver se trasladó al depósito forense más próximo no se le hizo autopsia, haciendo constar el forense solo lo perceptible por un somero estudio visual: la victima había sido atada, golpeada y torturada con salvajismo. Le habían disparado a la cabeza, la bala entro por debajo del hueso occipital y la salida expulsó el globo ocular derecho. Le habían fijado al cuello, por medio de alambre de espino, una pesada hélice, parte de un radiador de una maquina agrícola. Posteriormente le habían arrojado al río. El rostro estaba tan irreconocible que su madre lo identifico por una sortija de plata con las iniciales del padre de Emmett, a quien esta había pertenecido y de la que el muchacho nunca se separaba.
La madre de Emmeth Till ante el cadáver desfigurado de su hijo
La señora Till-Mobley, viendo la salvajada cometida con su hijo, exigió que el ataúd estuviera abierto durante las exequias para que todo el mundo pudiera verlo. Y, para dejar más claro el asunto, hizo que en la abierta tapa se pusieran fotografías de Emmett para que todo aquel que se acercara pudiera compararlas con el cadáver.
Las fotografías del cadáver de Emmett se publicaron en la portada de todos los periódicos del norte del país, no así en los estados históricos del sur. En estos lugares –Virginia, las dos Carolinas, Tennessee, Misisipi, Alabama y Georgia especialmente– los periódicos evitaron mostrar las fotografías; en su lugar publicaron otras en las que se veían a los acusados vistiendo el uniforme del ejercito. La idea era mostrarles como imagen de respetabilidad y patriotismo.
En septiembre se celebró el juicio. Ambos acusados negaron todo: el secuestro, la paliza y el posterior asesinato. El jurado estaba compuesto por doce respetables ciudadanos del condado de Tallahatchie, donde tuvo lugar el juicio. Todos ellos blancos.
Durante todo el juicio los acusados «estuvieron comiendo helados y jugando con sus hijos, como si estuvieran en un picnic», declaró un periodista. A pesar de las abrumadoras pruebas y evidencias, a pesar de la identificación directa por parte del reverendo Moses Wright y de su familia, ambos acusados fueron declarados inocentes de todos los cargos.
Reconoció que su declaración fue falsa
Cinco meses después del fallo del jurado el matrimonio Bryant concedió una entrevista. Carolyn mantuvo la versión de que había sido acosada y agredida por el muchacho. Ray reconoció el secuestro y el asesinato, ufano al saber que no podía ser juzgado dos veces por el mismo crimen. En el año 2008 Carolyn aceptó ser entrevistada con motivo de la publicación de un estudio histórico sobre lo sucedido y de un análisis forense que el FBI practicó al cadáver de Emmett en 2006. En la entrevista reconoció que su declaración había sido falsa y que Emmett ni siquiera la dirigió la palabra cuando estuvo en la tienda.
Los hechos que condujeron al secuestro, tortura y asesinato de un muchacho negro de catorce años; el salvajismo y encarnizamiento de los asesinos y la ocultación, hipocresía y burla a la justicia por parte de una sociedad, como quedó reflejada en el juicio y la sentencia, serían el detonante para aquella parte de la sociedad norteamericana que ya estaba harta de esta situación.
Ley de Derechos Civiles
Tres meses después del anuncio de la sentencia en el juicio de los asesinos de Emmett, la activista negra Rosa Parks se negó a ceder su asiento «soló para blancos» de un autobús de Montgomery, estado de Alabama. Este incidente se considera un hito en la lucha por la igualdad en Estados Unidos.
En 1964 se aprobaría la Ley de Derechos Civiles que podría fin a las leyes discriminatorias, conocidas como «Jim Crow», de los estados del sur así como a cualquier discriminación por motivo de raza, color, sexo, religión, etc.