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23 de abril de 2024

Reclutas rusos Jersón

Reclutas rusos llegan a la orilla este de JersónEFE

307 días de guerra en Ucrania

Los soldados rusos destacados en Ucrania podrán congelar gratis su semen

El ministerio de Sanidad acepta la petición que incluye a los hombres y a sus mujeres

El día que Vladimir Putin ordenó invadir Ucrania, el 24 de febrero, saltaron todas las alarmas entre los hombres en edad de ser llamados a filas. La Operación Militar Especial, eufemismo del Kremlin para referirse a la guerra, suponía una amenaza de muerte para esos varones si no se lograba el objetivo rápido.
Fracasada la operación relámpago según los planes de Putin, el presidente de la Federación Rusa anunciaría en octubre el reclutamiento forzoso de 300.000 hombres.
Transcurridos 307 días desde el principio de la guerra, el gobierno, según informa la agencia oficial TASS y se hace eco Reuters, ha decidido prestar este servicio de forma gratuita para aquellos soldados que participen en combate en Ucrania. Igor Trunov, presidente de la Unión Rusa de Abogados, informó que había solicitado esta prestación al ministerio de Sanidad y había recibido una respuesta positiva.
En un comunicado oficial, el ministerio, aclara, «asume la posibilidad de apoyo financiero del presupuesto federal para la conservación y almacenamientos gratuito de células germinativas (espermatozoides) para los ciudadanos movilizados en la Operación Militar Especial» que, sorprendentemente establece con la fecha entre «2022-2024». Si no es fruto de un error, significa que las previsiones del Kremlin es que la guerra se prolongue uno o dos años más.
Las concesiones de Sanidad incluyen a las familias que también podrán hacer uso de estas prestaciones para congelar sus células reproductoras de forma gratuita, siempre y cuando el seguro médico lo apruebe. Se sobre entiende que se refiere a los óvulos de las mujeres.
La gratuidad es la novedad, pero meses atrás Igor Vinogradov, médico jefe del Centro Científico y Práctico para la Reproducción en Moscú, observó un aumento notable de solicitudes de hombres reclutados para congelar su esperma.
Dmitry Mazurov, jefe de producción del centro médico UMMC-Health de Ekaterimburgo (centro oeste, en el distrito federal del Ural), admitió que la misma tendencia se estaba registrando en otras ciudades rusas. Según éste habían pasado de tener dos o tres varones al día en el laboratorio para congelar su esperma a duplicar la cifra y no bajar de seis.
«Nos llaman y preguntan si es posible obtener la conservación de emergencia en dos horas, sin preparación ni análisis previos». Aclaraba entonces al diario británico Daily Mirrror. «Hemos desarrollado un protocolo específico para aquellos hombres movilizados o que lo van a estar. Les recibimos, pasan al espacio adecuado, entregan la muestra y congelamos el material», detallaba.
A continuación, «sin más preámbulos, procesamos todo a la espera de recibir los resultados definitivos que nos permitan comprobar si el material es susceptible de poder utilizarlo en un futuro o hay que descartarlo».
En un gesto de solidaridad, ese mismo mes, el hospital ICLINIC de San Petersburgo ofreció un 10 por ciento de descuento para los soldados porque «esta promoción tiene en cuenta los eventos recientes».
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