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17 de mayo de 2024

Sabotaje Nord Stream

Fuga de gas metano en el mar Báltico tras el sabotaje del gasoducto Nord StreamAFP

Una investigación apunta a un coronel ucraniano como responsable del atentado contra el Nord Stream

The Washington Post asegura que el coronel ucraniano Roman Chervinsky coordinó la operación para destruir los gasoductos ruso-alemanes bajo el mar Báltico

Según una investigación conjunta del Washington Post y el alemán Der Spiegel, un alto oficial ucraniano perteneciente a los servicios de inteligencia estaría detrás del sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en septiembre de 2022.
El oficial sería el coronel Roman Chervinsky, de 48 años y condecorado por su servicio en las fuerzas especiales.
En este momento, Chervinsky se encuentra encarcelado y está siendo juzgado por planifica ry ejecutar misiones ilegales sin permiso de sus superiores.
La acción que le valió su detención y su comparecencia judicial fue una misión en la que, por error, acabó publicando las coordinadas de un aeródromo militar ucraniano.
Las fuerzas rusas se sirvieron de la información para lanzar un ataque aéreo que causó la muerte a un soldado y heridas a otros 17.
Según funcionarios de inteligencia de Ucrania y de otros países europeos, Chervinsky habría coordinado el sabotaje.
En concreto, habría dirigido parte logística y habría coordinado la cobertura al equipo de seis saboteadores que, mediante identidades falsas, se sirvieron de un discreto velero para llegar al objetivo y, mediante equipos de buceo adaptados a aguas profundas, depositar cargas explosivas en los gasoductos.
La explosión se produjo el 26 de septiembre de 2022. Se registraron un total de tres explosiones que dejaron inoperativos, y sin posibilidad de reparación los dos gasoductos que proporcionaban gas ruso a Alemania, y al resto de Europa occidental.
Los gasoductos, que transcurrían bajo las aguas del mar Báltico, se habían convertido en el centro de la polémica por las sanciones internacionales impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.
De hecho, el Nord Stream 2 nunca había llegado a entrar en servicio por las sanciones, mientras que el Nord Stream 1 estaba reduciendo su importación de gas.
El Washington Post señala, por otro lado, que Chervinsky no fue la cabeza de la conspiración, solo el coordinador. Falta por identificar al responsable último, y el periódico norteamericano apunta a funcionarios ucranianos dependientes de forma directa del general Valery Zaluzhny, comandante de las fuerzas armadas ucranianas.
Las insinuaciones del Post son muy graves, ya que Zaluzhny es la piedra angular de la guerra de Ucrania contra Rusia, goza de una gran popularidad en Ucrania y es una persona muy cercana al presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Si se confirma la información de que Ucrania, al más alto nivel, estaría detrás del sabotaje, podría poner en entredicho el apoyo de Europa a las fuerzas ucranianas.
El Nord Stream era una infraestructura estratégica europea y su destrucción por parte de Ucrania, en un momento en que Europa estaba sosteniendo las operaciones ucranianas contra Rusia con una millonaria ayuda militar, además de imponiendo sanciones económicas a Rusia también perjudiciales para la economía europea, sería vista como una traición, o como mínimo una deslealtad.
Con todo, Chervinsky ha negado su participación en el sabotaje y ha atribuido esa información a una campaña de desinformación del Kremlin.
El coronel Chervinsky era un importante activo de GUR, servicios de inteligencia ucranianos. Supervisó varios planes de gran audacia para capturar vivos a mercenarios del Grupo Wagner. También planificó atentados terroristas para eliminar a líderes separatistas prorrusos en el Dombás.
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