Las periodistas iraníes Niloufar Hamedi (derecha) y Elaheh Mohammadi (izquierda)
Irán libera bajo fianza a las dos periodistas que informaron sobre la muerte de Mahsa Amini
Las autoridades iraníes liberaron, este domingo, bajo fianza a las dos periodistas que sacaron a la luz la muerte de la joven kurda Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral y que desató una ola de protestas contra el régimen de los ayatolás.
Niloufar Hamedi, de 31 años, y Elaheh Mohamadi, de 36, «fueron liberadas temporalmente bajo fianza de la prisión de Evin» en Teherán, anunció el diario reformista Shargh y uno de sus abogados. En las redes sociales se ha publicado una foto y un vídeo de las dos periodistas fuera de la prisión, sonriendo y dándose la mano.
En los alrededores de la prisión les esperaba una pequeña multitud de personas, algunas de las cuales portaban flores y que rompieron a aplaudir cuando aparecieron las dos periodistas.
Hamedi fue la primera periodista que informó de la detención de Amini por no llevar bien puesto el velo islámico y su posterior muerte el 16 de septiembre de 2022 y Mohammadi cubrió el entierro de la joven de 22 años, donde comenzaron las protestas que sacudieron el país durante meses.
Hamedi, del diario reformista Shargh, fue sentenciada en octubre a siete años de prisión por cooperación con Estados Unidos y Mohammadi, del periódico Hammihan, a seis años por el mismo delito, informó Mizan, la agencia del Poder Judicial.
Además, las dos informadoras fueron sentenciadas a cinco años más por colusión contra la seguridad nacional y a otro año entre rejas por difusión de propaganda. Las dos periodistas debían cumplir la mayor de las penas, es decir, siete años en el caso de Hamedi, y seis en el de Mohammadi.
Además, se les prohibió trabajar para medios de comunicación, la afiliación a partidos políticos y el uso de redes sociales durante dos años.
Mahsa Amini, una mujer kurda de 22 años, murió bajo arresto el 16 de septiembre de 2022. Tres días antes había sido detenida por la Policía en Teherán acusada de haber violado el código de vestimenta de la República Islámica, que obliga entre otras cosas a las mujeres a llevar velo en público.
La muerte de Amini provocó fuertes protestas que durante meses pidieron el fin del régimen y solo desaparecieron tras una represión que causó 500 muertos, la detención de al menos 22.000 personas y en las que fueron ejecutados ocho manifestantes, uno de ellos en público.
Las dos periodistas estaban encarceladas en Teherán desde su arresto, en septiembre de 2022, pocos días después de la muerte de Amini.
Ambas tienen prohibido salir del país y pueden estar fuera de prisión hasta su juicio de apelación, cuya fecha se desconoce, indicó la agencia Fars.
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