Trump podría testificar la semana que viene en la recta final de su juicio penal

La defensa del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) dejó entrever este jueves que el magnate aún no ha tomado una decisión definitiva sobre si ofrecerá testimonio la próxima semana, fecha que el juez del caso ha señalado como el tramo final de este prolongado juicio penal que comenzó hace un mes con la selección del jurado.

El viernes no se llevará a cabo ninguna sesión, y se espera que el próximo lunes Michael Cohen, exabogado y mano derecha del exmandatario, continúe con su testimonio después de haber pasado ya tres días en el estrado como testigo de la Fiscalía. Los abogados de Trump también dejaron abierta la posibilidad de llamar a más testigos y aseguraron que no tardarán mucho en hacer el anuncio correspondiente.

Por su parte, el juez Juan M. Merchan consideró oportuno advertir a ambas partes que se preparen para los alegatos finales programados para el martes. Esto podría indicar que el caso llegará al jurado para que emita su veredicto la próxima semana. Durante esta semana, Cohen testificó que Trump le ordenó pagar 130.000 dólares para silenciar a Stormy Daniels, una actriz de cine para adultos que afirmó haber mantenido relaciones con Trump en 2006, durante la campaña presidencial.

Además, detalló cómo Trump posteriormente le reembolsó por esos gastos. En cuanto a la defensa, se centró en cuestionar la honestidad y moralidad de Cohen ante el jurado, y repasó detalladamente algunas de las pruebas presentadas hasta el momento en el juicio. El abogado principal de Trump, Todd Blanche, mostró una actitud más agitada que la del testigo durante el interrogatorio.

El testimonio de Cohen

La defensa pidió a Cohen que detallara las mentiras que dijo al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes en 2017, donde mintió bajo juramento, lo que le valió ser acusado de perjurio en 2018. Además, se examinó la relación de Cohen con los medios de comunicación. Cohen explicó que los periodistas solían acudir a él para confirmar o negar información sobre Trump durante los casi diez años que trabajó para él, y admitió haber establecido relaciones de amistad con algunos de ellos.

Cohen afirmó que nunca hizo declaraciones sin consultar primero con el político republicano. Blanche cuestionó la ética profesional de Cohen, señalando que grabó en secreto algunas conversaciones con la prensa y con clientes, algo que no está permitido para los abogados en el estado de Nueva York. En cuanto a las conversaciones con Trump, una de ellas grabada en 2016, se utilizaron como prueba en este juicio. Blanche también cuestionó la memoria de Cohen con respecto a otras conversaciones durante las elecciones presidenciales de 2016, señalando que recibía una media de 50 llamadas al día en ese momento.

Trump, quien está en plena campaña electoral pero debe asistir al juicio cuatro días a la semana, prestó atención durante el testimonio de su exempleado, en una ruptura con su costumbre de «escuchar con los ojos cerrados» los testimonios, especialmente después de comer.

Fuera de la sala, la noticia también estuvo presente, con decenas de grandes globos rosas con forma de pene sobrevolando las inmediaciones del tribunal. Estos globos llevaban impresas las caras de personas como Merchan o el fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, quien presentó la acusación que llevó a Trump al banquillo de los acusados.