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Sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo

Sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en EstrasburgoEFE

La imparcialidad, en riesgo en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos

Decisiones e intereses partidistas debilitan la confianza pública en las instituciones de Justicia

El Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECLJ), con sede en Estrasburgo, lanza una campaña de recogida de firmas para impedir que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) se tiña de ideologías.

El ECLJ advierte en su comunicado de la amenaza que pesa sobre la imparcialidad y la justicia del TEDH. Si no se impide, las decisiones judiciales se verán contaminadas por intereses partidistas, debilitando la confianza pública y la defensa de los ciudadanos.

Este martes se elegirá al nuevo secretario general del Consejo de Europa para un mandato de cinco años. El miércoles se elegirán tres nuevos jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para un mandato de nueve años. Los resultados de estas dos elecciones afectarán la orientación general del Consejo de Europa y la jurisprudencia del TEDH durante los próximos diez años.

Desde 2019, la secretaria general del Consejo de Europa ha sido Marija Pejčinović Burić, una política croata de corte conservador. Será reemplazada por uno de los tres candidatos seleccionados por los gobiernos del Consejo de Europa, todos ellos conocidos en el entorno de la extrema izquierda y la izquierda liberal: Alain Berset, expresidente socialista de la Confederación Suiza (2018-2023), Indrek Saar, expresidenta del Grupo Socialista en el Parlamento de Estonia (2019-2023), y Didier Reynders, político belga de Renew Europe, comisario europeo de Justicia en la Comisión Von der Leyen (2019-2024).

El ECLJ alerta del peligro en ciernes para la necesaria independencia del TEDH denunciando experiencias recientes por parte de los jueces de Albania y de Serbia. Por ejemplo, el juez por Albania, Darian Pavli, es primo del primer ministro socialista del país. Antes de ingresar en el Tribunal de Estrasburgo, trabajó para Human Rights Watch (2001-2003) y Open Society Justice Initiative (2003-2017), financiada por la OSF. Se presentó como abogado en su currículum oficial ante el Consejo de Europa. Parece que no ha eludido conflictos de interés en numerosas ocasiones en las que se ha sentado en el TEDH con Albania como parte implicada. Pavli seguirá siendo juez del TEDH hasta 2028.

Por parte de Serbia se presentaron Natasa Plavsić, una magistrada que había colaborado con dos asociaciones OSF (Centro AIRE y Civil Rights Defenders), y Mateja Durovic, una profesora que logró ser elegida previo camuflaje de su currículum según se descubrió después. Por lo visto ha colaborado con el Centro de Política Europea, financiado directamente por la OSF de Soros. Y es que todavía aparece en la web de esta organización como uno de sus colaboradores, información que omitió en su currículum de cinco páginas.

Próximos casos: Austria y Finlandia.

En Austria el miembro que sea elegido para el TEDH también tendrá sesgo de consenso izquierdista. El actual Gobierno está formado por un acuerdo de coalición con la izquierda ecologista (los Verdes), según el cual ellos eligen a los candidatos para el TEDH. Han propuesto dos perfiles académicos: el profesor húngaro András Jakab (crítico del primer ministro húngaro, Viktor Orbán y también financiado por fondos de la OSF); y la profesora Ursula Kriebaum, involucrada en Amnistía Internacional.

Finlandia también presenta una terna con un candidato activista de izquierdas, Juga Lavapuro, distinguido por su compromiso por lograr la prohibición de los movimientos antiinmigración en Finlandia, argumentando que violan los derechos humanos debido a su supuesto «racismo». Lavapuro también lideró una campaña mediática contra Timo Juhani, exministro de Exteriores de Finlandia (2015-2019), por asistir a una vigilia de oración provida en su vida privada.

Por otra parte, la organización señala que los próximos nombramientos y propuestas de candidatos al TEDH están ideológicamente alineados con otro reciente nombramiento clave, el del comisario de Derechos Humanos, el otro puesto clave del Consejo de Europa. Lo ocupa desde abril Michael O’Flaherty, académico irlandés, elegido por la Asamblea del Consejo de Europa para un mandato de seis años. Fue ordenado sacerdote en 1987, fue secularizado y es hoy una referencia obligada en el activismo de los derechos humanos y LGBT, siendo nombrado miembro del Consejo de Derechos Humanos y de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE.

Es crucial proteger la integridad de nuestras instituciones judiciales, también la europea, cuya jurisprudencia vincula la de los tribunales constitucionales en temas de derechos fundamentales. Otra batalla en la arena europea donde nos jugamos el alma.

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