Las dictaduras de Venezuela y Nicaragua buscan desesperadamente el apoyo de China para sostenerse en el poder

Las dictaduras de Nicolas Maduro y Daniel Ortega, presionadas por la nueva administración estadounidense, buscan desesperadamente un espaldarazo público de parte del régimen comunista chino como una manera de disuadir la ofensiva militar y diplomática de Washington en el Caribe.

En medio de un bloqueo naval -en alta mar- contra el narcotráfico procedente de Venezuela y Colombia el canciller chavista, Yván Gil, se reunió el miércoles con el embajador de China en Caracas, Lan Hu, con el objetivo, según declaró, de avanzar en su alianza estratégica ante las «acciones hostiles e ilegales de Estados Unidos».

«Durante esta reunión, también recibimos un mensaje de apoyo y solidaridad de Beijing (Pekín) hacia los esfuerzos de Venezuela por preservar la paz y la seguridad en el Caribe, especialmente en respuesta a las recientes acciones hostiles e ilegales de Estados Unidos», indicó Gil en su cuenta de Telegram.

En el encuentro con el representante del régimen comunista chino, el funcionario chavista destacó el «compromiso» de Maduro por «fortalecer la unidad regional ante amenazas externas y por continuar la auténtica lucha contra el narcotráfico» en el territorio venezolano a través de un «llamado a la cooperación regional».

El martes, Maduro, señalado de dirigir el Cartel de los Soles que impunemente ha inundado de cocaína EE.UU. y Europa, aseguró que las «amenazas militares» de Washington contra su país son un «problema de carácter internacional» con la intención de incluir en el asunto a sus aliados extracontinentales como Rusia y sobre todo China.

EE.UU. ha incrementado su presencia militar en aguas internacionales del Caribe en respuesta al flujo constante de droga proveniente de Venezuela desplegando ocho buques de guerra en la región y un submarino, así como unos 4.500 soldados. Washington también ha logrado sumar aliados territorialmente cercanos a Venezuela como Trinidad y Tobago y Guyana, ambos países a escasos kilómetros de la costa venezolana.

Maduro ha dicho que Venezuela está en una fase de «lucha no armada», pero que si «fuera agredida por el imperio estadounidense», pasaría «inmediatamente» a la «lucha armada» para enfrentar «al grupo yanqui (estadounidense) invasor».

Jefe del Ejército de Nicaragua en China

Mientras tanto, el comandante en jefe del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés, está de visita en Pekín y sostuvo que «es evidente que China y Rusia, junto a países de Asia, África y América Latina, hacen esfuerzos en favor de la paz global».

Avilés, nombrado en el cargo por el dictador Daniel Ortega, dio un discurso durante el Foro de Xiangshan, la principal cita anual de diplomacia militar de China, donde afirmó que «hoy el mundo presenta un estado permanente de convulsión, tensiones y conflictos de grandes proporciones».

Hay «crisis profundas en diferentes regiones del planeta y guerras devastadoras que pretenden continuar imponiendo la hegemonía unipolar de las potencias occidentales en detrimento del desarrollo de los pueblos», advirtió el jerarca militar en una crítica velada a la política exterior del presidente Donald Trump y un giño al régimen comunista de Xi Jinping.

El militar nicaragüense, en el cargo desde 2010, también condenó las «acciones de la Unión Europea y Estados Unidos que impulsan la desestabilización, las agresiones y tratan de vulnerar la seguridad de quienes defendemos nuestro derecho de ser soberanos e independientes».

«Los países occidentales continúan creando condiciones para desencadenar nuevas guerras, guerras contra Estados soberanos, para tratar de impedir o retrasar la inevitable construcción de un mundo multipolar», aseveró Avilés.

Leal al discurso de la dictadura sandinista, el longevo militar señaló que «países dignos, libres, soberanos, como Cuba, Nicaragua y Venezuela» siguen «siendo amenazados y agredidos» porque tratan de «tener prosperidad y bienestar con dignidad y justicia social para el pueblo».

El militar representó así a la dictadura de Nicaragua en el Foro de Xiangshan, que se celebra en Pekín bajo el lema 'Mantener el orden internacional y promover el desarrollo pacífico', que armoniza perfectamente con la estratagema del ascenso sigiloso de China para arrebatar la hegemonía estadounidense.