Cada semáforo en rojo supone parar el tráfico durante minutos

Cada semáforo en rojo supone parar el tráfico durante minutos

Práctico

El truco para pillar todos los semáforos en verde

La mejora en la sincronización de los semáforos no solo se traduce en comodidad para los conductores, sino que permite evitar atascos y reducir consumos

Cuenta la leyenda que un ciudadano norteamericano de Nueva York ostenta el récord mundial de semáforos en verde tras superar 240 señales de este tipo en el citado color. Una verdadera proeza que fue llevada a cabo por Noah Forman en 2018.
Realidad o ficción, pues allí no había ningún notario que diera fe, la realidad es que tal y como explica el protagonista hay formas de anticipar el color en el que nos vamos a encontrar un semáforo, algo que requiere conocer de antemano sus rutinas de funcionamiento.

Priman las emisiones

Hace años que los semáforos de algunas calles muy largas de Madrid como Arturo Soria estaban perfectamente sincronizados para que los conductores no corrieran, algo que se podía comprobar por la noche.
Si la recorrías exactamente a 40 kilómetros/hora todos los semáforos te pillaban en verde, pero si subías por encima de esa velocidad antes o después te paraba en rojo.
Muchos semáforos se convierten en cuellos de botella

Muchos semáforos se convierten en cuellos de botella

Esto significa que si nos conocemos bien las rutinas de los semáforos es probable que pasemos por ellos en verde si las condiciones del tráfico lo permiten, tal y como demostró Noah con su peculiar récord.
Parece mentira que la falta de organización en la sincronización de algunos semáforos provoquen atascos recurrentes que los ayuntamientos no terminan de solucionar.

Inteligencia artificial

En este caso la empresa Green Light norteamericana ha puesto la inteligencia artificial al servicio de los semáforos, no tanto para la comodidad de los conductores como para lograr una reducción en el consumo de combustible y en las emisiones contaminantes.
En concreto la empresa afirma que con la aplicación de los criterios adecuados basados en los datos sobre el tráfico y en los hábitos de los conductores se podría reducir el consumo de combustible y con ello las emisiones en torno a un 10 %, tal y como han hecho ya en algún proyecto experimental en los Estado Unidos.
El coche durante un trayecto de conducción autónoma

Los coches con conducción autónoma 'hablarán' entre ellos para no pararse en los semáforos

Para ello han utilizado la valiosa información proporcionada por Google Maps, que combina cartografía con flujos de tráfico y horarios.
Esta información correctamente procesada permitiría obtener una mejora sustancial en la sincronización de los semáforos.
Unos semáforos que se integran ya de pleno en la conducción autónoma, pues en algunos lugares van a contar con un cuarto color blanco que indica que todos los sentidos de un cruce están abiertos, pues la sincronización que permite la intercomunicación entre vehículos de conducción autónoma permite hacerlo cruzando la posición de cada coche y la velocidad que llevan.
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