Maestro y amigo

A media mañana me llegó, como un manotazo duro, un golpe helado, la noticia de la muerte de mi amigo del alma Luis Infante Bravo (Madrid, 1943-2025). Ayer a las seis de la tarde nos despedíamos un grupo de amigos, entre ellos él, después de una larga comida navideña con sobremesa de recuerdos, risas y deseos de felicidad para estas fiestas de Navidad y año nuevo.

Este año ha hecho 51 años que conocí a Luis Infante, cuando empecé a trabajar en un pequeño grupo de comunicación, que con el paso de los años acabaría siendo el Grupo Recoletos. Luis Infante fue uno de los cuatro periodistas fundadores del Grupo, junto a Juan Pablo de Villanueva y Juan Kindelán, también fallecidos, y José María García-Hoz. Luis es el periodista más brillante que he conocido en este medio siglo que hemos compartido. No solo por su concepción del periodismo, siempre con el foco puesto en el lector, sino por la original forma de editar los contenidos. Y, por supuesto, su capacidad para formar equipos brillantes y motivarlos. De él es la frase, «si no nos divertimos haciendo el periódico, los lectores no se van a divertir».

Suyo, y del equipo que formó, es uno de los éxitos más brillantes de la historia de la prensa en España. Bajo su dirección (1987-1997) el diario deportivo Marca se convirtió en el periódico más vendido y más leído de España. Presumía de que no le gustaban los deportes y de que nunca había ido a un partido de fútbol, pero consiguió revolucionar la información deportiva en todos los medios, porque para él era un espectáculo de imaginación, como lo demostraban sus portadas: «Los héroes de Querétaro» (Butragueño, cuatro goles a Dinamarca en el Mundial de México), «El primo de Zumosol» (Induráin, ganador de cinco Tours consecutivos), «El Superdepor» (El Deportivo de La Coruña, ganador de una Liga, dos Copas del Rey y tres Supercopas de España). Y tantas y tantas otras llenas de creatividad, exclusivas y sentido periodístico.

Además, Luis Infante participó como protagonista en todas las aventuras profesionales de Recoletos. Tampoco sabía de economía, ni le interesaba, pero suyo fue el diseño del diario Expansión, que alcanzó el liderazgo de la prensa económica a los pocos meses de salir a la calle, y continúa siendo líder casi cuarenta años después de su nacimiento. Diario Médico, Actualidad Económica, el gratuito Qué, y decenas de otras publicaciones, no llegaban a los kioskos sin el diseño y el proyecto periodístico obra de Luis Infante.

Pero sobre todo hemos perdido un amigo insustituible, de una profunda amistad fraguada a lo largo de una larguísima y exitosa vida profesional, al que vamos a echar mucho de menos. Últimamente, y a pesar de gozar de excelente salud, decía que estaba ocupado sobre todo de «preparar la maleta». Seguro que ha entrado en el Cielo que merece con la maleta muy ordenada. Allí nos veremos, querido amigo, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.