¡Qué vergüenza!

Anteayer, 26 de mayo de 2022, el señor Sánchez Castejón tenía que comparecer en la Cámara Baja ante los Diputados, para dar las explicaciones oportunas a todas sus señorías sobre el asunto Pegasus.

Está visto y comprobado, que cada día que pasa, el señor presidente del Gobierno nos deleita con nuevas y tramposas intervenciones en la Cámaras; ya ni se inmuta ni sonroja cuando es consciente de las mentiras y patrañas dialécticas que emplea en sus alocuciones.

El señor presidente, ha asegurado que el Gobierno ni conoce ni decide las operaciones del CNI y, por tanto, desconocía que se había espiado a los líderes separatistas. Señor Sánchez, es usted un mentiroso compulsivo. Lea esto: «El Gobierno determinará y aprobará anualmente los objetivos del Centro Nacional de Inteligencia mediante la Directiva de Inteligencia, que tendrá carácter secreto». ¿Desconoce este artículo 3, regulador del CNI?

Ha tenido la cara dura de decir «que había venido a la Cámara; uno, a rendir cuentas (¿), y dos, a decir que el Gobierno de España está comprometido con el diálogo, y desde luego también a continuar regenerando la vida democrática en nuestro país».

Sobre el tema por el cual comparecía en la Cámara, el señor Sánchez en su intervención no ha explicado nada de nada. Se ha limitado en gran parte de su discurso a arremeter contra el PP, sacando a colación como es su costumbre, el 'caso Gürtel', el 'caso Púnica', etc. A sus socios parlamentarios, nacionalistas, etarras y separatistas ha intentado contentarlos con nuevas medidas, prometiéndoles milongas, según han manifestado ellos.

Anteayer, el señor Sánchez perdió la poca vergüenza política que le quedaba, y toda legitimidad para seguir siendo el presidente del Gobierno de España. ¡Qué vergüenza!