Elecciones en el País Vasco

Los resultados de las elecciones vascas ofrecen dos posibles conclusiones.

La primera, general, resalta la mayoría nacionalista (PNV y Bildu) del nuevo parlamento, casi un 75 por ciento del total. Hay que esperar para ver el camino que toma ese nacionalismo tras las declaraciones de Otegui reclamando la independencia.

La segunda, minoritaria, se fija más en las posibles causas del voto que en los resultados. Según este análisis los votantes habrían elegido no tanto en base al nacionalismo o al independentismo, sino buscando una buena gestión (esta palabra apareció en los debates) o en defensa de asuntos como el medio ambiente, ecología, vivienda y otras cuestiones que preocupan a los votantes más jóvenes, los más proclives al cambio radical. Quizá por ello su candidato habría matizado sus palabras sobre ETA, aunque de modo que no se alarmara la grey.

Este punto de vista, de ser correcto, indicaría un cambio en la sociedad vasca que podría estar evolucionando políticamente. Los jóvenes, que no vivieron los años de plomo de ETA, estarían tan interesados como el resto de los jóvenes españoles en las mismas cuestiones, y Bildu se podría haber aprovechado de ello (recordemos el nacimiento de Podemos). Y los mayores, que sí vivieron los crímenes de la banda, estarían tratando de olvidar, votantes del PNV. Como apoyo a esta tesis hay que citar la suspensión de la campaña electoral para celebrar la Copa obtenida por el Atletic y cuya bandera se mantuvo en los balcones al reanudarse la campaña.

La pregunta es si esta segunda conclusión responde a un análisis objetivo o se trata solamente de lavar un pasado terrorista.