La estafa socialista

Tengo el convencimiento, con alguna duda, de que la estafa del partido socialista y de su cuadrilla de gobierno, ahora llamado comunista social, nos está llevando al matadero. El despropósito, la maldad, el deterioro y la inmoralidad de estos políticos antes mencionados, no tiene precedentes, las alturas de miras son cada día más obscenas. De seguro que pasará a la historia.

Charles de Gaulle dijo: «La política es un asunto muy serio para dejarlo en manos de los políticos». Yo la completaría con esta frase: de los cursis, obscenos y ficticios esclavizados con maldad metidos a políticos. Esta es la estafa del partido socialista de nuestro Gobierno. Los cien años de honradez se han vaciado y echado al estercolero de esta España amedrentada y cuajada en inmisericorde.

La señora del ufano Sánchez, llamada Begoña Gómez, al parecer, está buscando bufete de abogados para su defensa. Como soy inexperto en leyes y de todas las trochas y atajos que tiene la señora Ley, solo me queda refrendar que cuando el río suena agua lleva y piedras por delante.

La estafa socialista, la trama Koldo, el asunto Ábalos, sin olvidar Globalia y algunas fundaciones, todas ellas van en ese río que lleva el agua sucia, a veces se detiene, se estanca, hasta que llegan las piedras, obstruyéndolo todo.

Manos Limpias ha denunciado en un juzgado de Madrid el supuesto delito de tráfico de influencias cometido por Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de sus actividades profesionales en el Instituto de Empresa y en la Universidad Complutense de Madrid.

El tráfico de influencias está a la orden del día de este socialismo. Los contratos y los servicios prestados a los camaradas se han merecido el máster de tráfico de influencias. Cuando no es uno es una.