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19 de marzo de 2024

TribunaJosé maría Prieto

Los médicos y el español en Cataluña

La clase médica se niega a que el español sea el idioma en que puedan comunicarse entre ellos. Debe ser el catalán. Ellos sabrán

Actualizada 12:46

Parecía que estaba muy tranquilo el patio, pero no. Era pura ilusión. Es tan ridículo por un lado como anticonstitucional por otro. Pero, Huston, tenemos un problema. El actual presidente de la Generalidad de Cataluña tiene la constancia de un pájaro carpintero en el tema de querer que el catalán sea a vehicular en su comunidad.
De verdad, ¿qué está pasando? Oímos campanas, pero no sabemos dónde. Empresas, familias, ciudadanos, transportes públicos, colegios y ahora los médicos. Cómo es posible que una profesión tan importante como la medicina en boca de los médicos rechace que profesionales de su carrera no puedan ejercer en aquella comunidad si no saben el idioma catalán.
Por supuesto, los propios médicos exigen a sus pacientes el catalán.
Además de ser una medida anticonstitucional, es una locura. Falta de sentido común. No es posible que el inteligente pueblo catalán se agarre a esa petición o exigencia que es absolutamente política. Pero por ahora, se agarra. Miles de padres que tienen hijos en edad escolar están alarmados de la incongruencia que supone querer imponer, sí o sí, el catalán como idioma de uso normal y oficial en Cataluña. Naturalmente esta medida trae consigo el «desprecio» al español al que no se da tregua.
Traigo a colación a los padres de niños en edad escolar pero la vida cotidiana en Cataluña está llena de ejemplos a parte de los colegios. Los comercios, a los que no se les permite que envíen sus mensajes y su día a día, más que en catalán, los transportes públicos, las empresas que trabajan hasta la saciedad y que se les impone que sus documentos y su forma de hacer, sea en catalán. Todo esto, hay que decirlo, viene del poquísimo apoyo, o mejor decir, el poco aprecio que tenía ese idioma en épocas anteriores. Pero hombre, de ahí a que no se quiera aceptar el castellano, confirma el espíritu independentista que existe y ha existido en la bella Cataluña.
Podría decirse que estamos locos y no sería ninguna exageración. Pero así estamos caminando.
Y ahora, nos volvemos a enfrentar a la misma situación. La clase médica se niega a que el español sea el idioma en que puedan comunicarse entre ellos. Debe ser el catalán. Ellos sabrán.
Y, como queda demostrado una vez más, el presidente de la generalidad tiene cuatro tics, uno de los cuales es el catalán, que sigue insistiendo en lo que quiere. En todo caso, es un asunto que no debe pillarnos de sorpresa. Desconozco si con el empuje y la pesadez de este hombre se conseguirá algo, pero conviene sacar a relucir y hacer cumplir nuestra Constitución, también de Cataluña. Ahora son los médicos con el idioma, pero también son las banderas españolas que brillan por su ausencia en los edificios institucionales donde deberían exhibirse de acuerdo con la Constitución y, sin embargo, no se hace.
Por no hablar de la prohibición que se tiene establecida para que el Rey Felipe VI no visite ciertos lugares de Cataluña. ¿Existe mente normal que entienda esto?
El asunto parece recurrente pero no lo es. Se utiliza de vez en cuando para que no se olvide, para que se sepa, por parte del resto de España, que ese tema es como un ADN referido al idioma.
  • José María Prieto es publicista
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