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Isabel de los Mozos

Lo que querríamos Feijóo y la mayoría de los españoles

Sería oportuno plantearse si ahora no sería más eficaz ofrecer un gobierno de transición breve, mediante una moción de censura constructiva, proponiendo un gobierno transitorio con muy pocos ministros, los imprescindibles para abordar algunas medidas dirigidas a neutralizar las fechorías del actual gobierno

Lo que querríamos es votar y botar cuanto antes. Núñez Feijóo ha vuelto a afirmar recientemente que él no quiere ser el presidente del gobierno de cualquier manera, como podría ser por medio de una moción de censura, porque él quiere que le voten los españoles. Y una gran mayoría de todos los españoles estamos impacientes, ya por votarle, para que dirija el próximo gobierno del Reino de España. Pero también queremos que nadie pueda robarnos los votos, que estos sirvan realmente para lo que están previstos, para la legítima y pacífica alternancia en el poder.

Desde esta perspectiva de hacer real y efectivo el derecho fundamental de sufragio activo y pasivo, tal vez, sería oportuno plantearse ahora si en este momento no sería más eficaz ofrecer un gobierno de transición breve, mediante una moción de censura constructiva, proponiendo un gobierno transitorio con muy pocos ministros, los estrictamente imprescindibles para abordar algunas medidas dirigidas a neutralizar las fechorías del actual gobierno, ya visiblemente corrompido y carente de toda legitimidad democrática. Dichas medidas tendrían que centrarse en la necesaria recuperación institucional y en la mejora de las garantías –en particular, las electorales– de una verdadera democracia parlamentaria… Abordadas las reformas necesarias, se convocarían las elecciones generales, a la mayor brevedad posible.

El objetivo sería garantizar el paso sin violencia de ningún tipo de la actual democracia corrompida a un renovado modelo de democracia liberal y social, que dé cumplimiento real a las exigencias del Estado social y democrático de derecho de nuestra Constitución vigente, cuya reforma puntual debería proponerse en el correspondiente y subsiguiente programa electoral del Partido Popular, a la vista de las corruptelas y flagrantes violaciones constitucionales, introducidas por el Gobierno actual, siempre por la puerta de atrás, con mentiras, trampas y engaños, en su política de insulto permanente a los ciudadanos, a todos y, en particular, a más de la mitad de los españoles.

A mi modo de ver, sería urgente modificar esa cierta opacidad –que no impide hoy la legislación orgánica electoral general– sobre el modo de efectuar el recuento electoral, de facto, a través del Ministerio del Interior en funciones y, además, sin una garantía de la debida trasparencia y publicidad general, que permitiera a cualquiera hacer una cuenta del resultado electoral final, a partir de actas publicadas en los boletines oficiales de todas las provincias de España al día siguiente de la jornada electoral. Sería urgente, también, evitar que el Derecho parlamentario consista en el rodillo de la mayoría real o ficticia (vía pactos contra natura, como ahora), sin garantizar una elemental presencia en los órganos de las Cámaras, en función de la representación real de los distintos grupos políticos.

Pro futuro, habría que quitarle al Tribunal Constitucional sus competencias para resolver los recursos de amparo, atribuyendo estos al Tribunal Supremo, en sala especial ad hoc, lo cual evitaría las disfunciones ya conocidas para dejar sin efecto, torticeramente, los controles sobre los administradores públicos por parte de todos los órdenes judiciales, propios de cualquier Estado de derecho y que no son, ni pueden ser, lawfare. Aparte de cualesquiera otras reformas necesarias para mejorar las garantías de nuestro Estado de derecho y, en definitiva, de la libre convivencia pacífica entre todos los ciudadanos.

  • Isabel María de los Mozos y Touya es profesora titular de Derecho Administrativo en la UVA