«Sánchez creía hasta ayer que los palestinos que ahora usa eran los de Palencia»

El Centinela es el análisis audiovisual en el que el periodista Antonio R. Naranjo repasa para El Debate los temas más relevantes de la actualidad política y social nacional.

Esta semana, el periodista Antonio Naranjo analiza cómo en política, las prioridades rara vez son neutrales. El interés del presidente Pedro Sánchez por los derechos humanos parece más vinculado a la rentabilidad política que a una convicción genuina. Los palestinos, los venezolanos reprimidos, los saharauis sometidos o los cristianos perseguidos en Nigeria son ejemplos recurrentes de tragedias humanas que, sin embargo, no han recibido el mismo énfasis ni la misma visibilidad por parte del Gobierno. La selección de causas, más que un principio universal, parece responder a la oportunidad política del momento.

El foco actual en Palestina, según Naranjo, ha servido a Sánchez como maniobra para desviar la atención de asuntos internos incómodos, como los informes de la UCO. Pero el problema no es solo la conveniencia, sino la narrativa: presentar al presidente como un adalid de los derechos humanos cuando su trayectoria muestra omisiones flagrantes resulta, cuanto menos, cuestionable.

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