El Papa Francisco preside el tradicional Via Crucis de Roma en el Coliseo Romano
La polémica con Ucrania lleva a recortar el mensaje del Vía Crucis
La iniciativa de que una enfermera rusa y otra ucraniana llevaran la cruz no gustó al embajador de Ucrania y se cambió el gesto por una oración en silencio
La polémica había precedido el Vía Crucis que organiza el Vaticano en el Coliseo de Roma. El que dos enfermeras, una rusa y otra ucraniana que trabajan juntas, llevaran la cruz no ha gustado al embajador de Ucrania ante la Santa Sede ni a algunas autoridades religiosas de ese país. No lo consideraban oportuno, dada la diferencia entre agresor y víctimas.
Desde el Vaticano se decidió ir adelante con la propuesta, aunque modificando el texto previsto. En vez de leer un comentario en el que se hablaba de que Dios «nos ayude a construir la paz y vivir como hermanos y hermanas», se optó por un llamamiento a rezar en silencio por la paz. «Frente a la muerte, el silencio es más elocuente que las palabras».
Miles de personas se han reunido en el Coliseo Romano para celebrar el tradicional Vía Crucis de Viernes Santo con el Papa
Una forma de rebajar la polémica que ha despertado esta iniciativa en plena guerra de Ucrania. Algo que muchas personas no han entendido, ya que la enfermera rusa se había manifestado expresamente contra la guerra, con el riesgo que supone para sus familiares en ese país. Se trata de dos profesionales que trabajan juntas en un centro hospitalario de Roma y que habían lanzado un mensaje de paz y de respeto mutuo en redes sociales, muy necesario en estos momentos de violencia.
El gesto de este Viernes Santo era muy claro. Se trataba de un mensaje de reconciliación que el Papa ha recalcado en la ceremonia. En la oración final, Francisco pidió a Dios Padre que «lleve a los adversarios a darse la mano, para que aprecien el perdón recíproco» y que «desarme la mano levantada del hermano contra el hermano, para que donde está el odio florezca la concordia».
El Santo Padre reza durante el Via Crucis que preside frente al Coliseo Romano
Después de dos años en que la pandemia ha impedido celebrar el Vía Crucis en las calles de Roma, cerca de 10.000 personas han participado en una ceremonia que se ha vivido con mucha devoción y silencio.
Corazones que no se conmueven
El Papa Francisco saluda a una familia durante el Via Crucis de Viernes Santo
Horas antes del Vía Crucis, la televisión pública italiana ha emitido una entrevista al Papa Francisco en la que ha hablado expresamente de la presencia del Maligno, relacionado con la guerra en Ucrania. Francisco ha asegurado que «algunos dicen que hablo demasiado del demonio. Pero es una realidad. Creo en ello. Algunos dicen: ¡No. Es un mito! Yo no voy con el mito, voy con la realidad. Creo en ella». El pontífice afirma que «el diablo te presenta algo hermoso en el pecado y te lleva a pecar. Por ejemplo, los que hacen la guerra, los que destruyen la vida de los demás, los que explotan a la gente en su trabajo».
El Papa también ha clamado contra la indiferencia ante la falta de compasión y la indiferencia en el curso de esa entrevista. A su juicio, «el corazón duro, el corazón que no se conmueve, no sabe llorar. «Me pregunto: ¿Cuántas personas, ante las imágenes de la guerra, de cualquier guerra, han sido capaces de llorar? Algunos lo han hecho, estoy seguro, pero muchos no. Comienzan a justificar o a atacar».
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