Casi 300 iglesias han ardido en Chile en apenas una década en medio de la indiferencia institucional

¿Qué ha ocurrido en un país mayoritariamente católico como Chile para que, entre 2013 y 2025 hayan sido atacadas e incendiadas 296 iglesias? Esa es la pregunta de la que parte un nuevo documental que se estrenará este martes, Ardieron en Silencio: una década de ataques a iglesias en Chile, producido por el diario El Líbero, que constata «el fenómeno de incendios contra templos y capillas en el país y da cuenta de una investigación inédita». El resultado es escalofriante: casi 300 ataques incendiarios contra iglesias en poco más de diez años, que no habían sido recopilados conjuntamente hasta el momento.

El escenario donde se presentó el trabajo audiovisual el pasado 29 de septiembre no podía ser más indicado: el templo de la Veracruz en Santiago, incendiado intencionadamente en octubre de 2019. En sus paredes y bóvedas siguen presentes las heridas provocadas por el devorador fuego. «No les puedo pedir que lo disfruten», señalaron en la presentación del documental el director de El Líbero, Eduardo Sepúlveda, y la editora audiovisual, Pía Orellana. «Ojalá este documental despierte la urgencia por volver a levantar los templos, sobre todo porque es necesario reconstruir el imperio de la libertad: la libertad religiosa, de culto, de reunión y de expresión. Todo eso se amenaza cuando se quema una iglesia», advirtió Sepúlveda, quien añadió que «con este documental queremos romper el silencio que rodea este tema».

Los investigadores reconocieron su sorpresa por el silencio y la indiferencia frente a estos hechos. En el documental, Carlos Peña, rector de la universidad Diego Portales, se pregunta por qué en Chile no ha existido un esfuerzo decidido por restaurar los templos, en contraste con lo ocurrido en Francia, donde la sociedad se movilizó rápidamente para reconstruir la catedral de Notre Dame tras el incendio ocurrido hace cinco años.

Magdalena Lira, directora de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN Chile), cuyo testimonio también forma parte del documental, agradeció a El Líbero su labor para «visibilizar un tema de gran relevancia para nuestro país». «Como fundación no hemos permanecido al margen de este drama. Hemos apoyado la restauración de templos incendiados gracias a la generosidad de nuestros benefactores», señaló.