Jesús Torres López, en la presentación de su libro 'Contra viento y marea'
Entrevista a Jesús Torres López, autor de 'Contra viento y marea'
«A la Iglesia la tachan de machista, aunque la primera que anuncia la resurrección es una mujer»
Tras seis años estudiando el movimiento congregacional femenino en España y una tesis doctoral al respecto, Torres ha publicado su libro 'Contra viento y marea', donde resume la labor de 105 mujeres que fundaron 95 órdenes
Jesús Torres López ha pasado seis años investigando las fundaciones de congregaciones religiosas femeninas, en principio, para elaborar su tesis doctoral. No obstante, se ha visto convertido también en un libro recientemente editado por Publicaciones Claretianas. En tan solo 170 páginas resume el movimiento fundacional femenino desde 1788 hasta 1930.
Portada de 'Contra viento y marea'
–¿Por qué ha escogido esas fechas tan concretas para su investigación?
–En el feminismo el 1788 es el inicio de la primera ola feminista, cuando Olimpia de Gouges, la primera mujer que escribió la declaración de los derechos de la mujer, es guillotinada por Robespierre. Paradójicamente, ese mismo año hubo cuatro fundaciones por mujeres en España. La primera de ellas, una mujer catalana, Teresa Cortés, que fundó nada menos que el Hospital de la Santa Cruz, uno de los más importantes de Barcelona. María Antonia Tirado, una jerezana de familia humilde empieza a crear una escuela en Jerez de la Frontera. Y Joaquina Vedruna, después de criar a nueve hijos, contra viento y marea, funda una congregación destinada a la enseñanza.
La Iglesia tiene su componente andrógeno, su componente de masculinidad, que son los que mandan, pero mientras a una mujer se la guillotinaba, presento a cuatro mujeres que fundaban este tipo de instituciones caritativas.
–¿Y después?
–Durante la segunda ola feminista, la de las sufragistas, nacen nada mas y nada menos que 101 fundaciones femeninas en España, mientras que las feministas ya eran prácticamente ignoradas. Este movimiento abarca ya todas las edades del ser humano, desde el nacimiento, infancia, la niñez, la madurez, la decencia, la ancianidad; y cubren todo el espectro social: la sanidad, la educación, las residencias de ancianos, la prostitución, ayudar a las mujeres trabajadoras que eran explotadas.
Entre todas llegaron a conseguir las 95 fundaciones que cuento en un libro. Tuve que parar en 1031 porque empieza una época más complicada en la historia de España, pero estudiando este movimiento después de la Segunda Guerra Mundial, cuando en feminismo se estudia la ola del segundo sexo con posturas más radicales, estoy investigando ahora como siete u ocho congregaciones que en estos años se están fundando.
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–Curiosamente ahora en España hay muchas más órdenes religiosas femeninas que masculinas.
–A la Iglesia la atacan de machista, aunque la primera que anuncia la resurrección es una mujer, quienes acompañaron a Jesús al pie de la cruz fueron las mujeres. Ellas son las protagonistas del Evangelio, con las mujeres las que curan las llagas y las que bajan al camino de Jericó para curar a todo el que se encuentran.
–Hasta el Papa ha dicho en varias ocasiones que la Iglesia misma es mujer. ¿Qué características comparten estas 105 mujeres, además de ser fundadoras?
–Su característica común es que todas estaban enamoradas de Jesús de Nazaret. Todas, en su defensa vocacional y con los diversos carismas. «Tuve hambre y me disteis de comer»: todos los comedores sociales que existen ahora en España están fundados por una religiosa, Luz Rodríguez Casanova. «fui a la cárcel y me visitasteis»: fundad por las Trinitarias. «Enseñar al que no sabe»: todos los colegios. «que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda»: la heroicidad callada de cada una, la mujer marginada en la prostitución. Fue la caridad al prójimo en grado sublime y cada una según las necesidades de la región en al que vivían.
–¿Resaltaría el ejemplo de alguna de estas mujeres porque su mensaje pueda resultar de actualidad?
–No las podemos llamar feministas, porque no entramos en esa historia. Pero el común denominador fue el amor al mas vulnerable. Por ejemplo, la fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, Rafaela Porras, tiene una historia sobrecogedora. Pertenecía a la burguesía andaluza y se puso en manos del cardenal primado de Toledo y le pide consejo. Así empezó su obra dedicada a la enseñanza. Cuando ya se extendió por toda España con bastante éxito, su mano derecha le dijo que tenían que mudarse a Roma, donde tienen sede todas las congregaciones religiosas del mundo. Cuando llegaron a la estación de Termini, la mano derecha se baja del tren y le dice al monseñor que las estaba esperando y se presenta ella misma como la fundadora y su acompañante, Porras, como una mujer muy trabajadora para la casa y la ayuda en la cocina. Pasó 27 años sin decir que ella era la fundadora.
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