El Papa Francisco en el vuelo de regreso a Roma tras su viaje a Canadá
El Papa habla de su posible renuncia tras su viaje a Canadá
Francisco fue preguntado por los periodistas en el avión de vuelta a Roma y no descarta que pueda suceder en un futuro
Como es habitual, el Papa Francisco ha atendido a los periodistas que lo acompañan en el viaje de vuelta desde Canadá a Roma. Y como también es habitual, han vuelto los comentarios sobre su posible renuncia. En esta ocasión, el Pontífice ha reconocido que «la puerta está abierta», pero ha dejado claro que «hasta ahora no he llamado a esta puerta, no he sentido aún esta posibilidad».
El Papa explica que la renuncia no sería una «catástrofe» ni algo «extraño» y recuerda que «no hay ningún problema» en cambiar de Pontífice.
A sus 85 años, y aquejado de fuertes dolores en la rodilla, Francisco asegura que necesita bajar el ritmo de sus viajes, pero seguirá haciéndolos porque «es una manera de estar cerca de la gente y es un modo de servir». Eso sí, el Papa explica que «a su edad» y con la «limitación» de su pierna, «tengo que ahorrar fuerzas un poco para poder servir a la Iglesia».
La rodilla está provocando verdaderos problemas en la movilidad del Papa, que ya utiliza de forma habitual la silla de ruedas. Estos problemas se resolverían con una operación, pero Francisco explica que no puede arriesgarse a sufrir problemas con la anestesia, algo que ya ocurrió en la intervención en el colon el año pasado y que todavía le deja «algunos efectos».
La agenda del Papa
En el futuro próximo de Francisco hay varios viajes pendientes. El Pontífice canceló sus visitas a Sudan del Sur y a la República Democrática del Congo y las retomará «el año que viene», según aseguró en el avión de vuelta a Roma.
También se valora la posibilidad de acudir a Kiev, en un gesto por la paz tras la invasión de Rusia a Ucrania. El Papa reconoce que quiere ir, pero también es consciente de la difícil situación. Es mucho más probable que acuda antes a Kazajistán, donde el 14 y 15 de septiembre se celebra un congreso sobre religiones. «Un viaje tranquilo», concluye el Santo Padre.
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