El Papa, en el aeropuerto de Roma Fiumicino, antes de partir a Kazajistán
A bordo del avión papal
De camino a Kazajistán, el Papa: «Siempre estoy dispuesto a ir a China»
El Santo Padre ha admitido que no tiene noticias de un posible encuentro con Xi Jinping en su viaje apostólico
La mañana de este martes, 13 de septiembre, el Papa Francisco ha subido a bordo del avión papal rumbo a Kazajistán. A las 7:36 despegaban de Roma. La llegada a Nursultán está prevista a las 17:45 hora local. Allí acude con motivo del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, que tendrá lugar entre los días 13 y 15 de septiembre.
A bordo del avión papal, Francisco viaja acompañado de periodistas, a quienes ha confirmado: «siempre estoy dispuesto a ir a China». La pregunta formulada al Santo Padre había sido si en Kazajistán está planeado un encuentro con Xi Jinping, que está también de visita oficial en el país. «Yo de eso no tengo noticias», ha admitido el Pontífice.
La agenda de Xi Jinping incluye una reunión con el presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, el 14 de septiembre, mientras que el Papa argentino estará en el país asiático para participar en el congreso de líderes religiosos. De producirse finalmente un encuentro entre ambos, tendría lugar en medio de una creciente incertidumbre. La Santa Sede y China están negociando la renovación del acuerdo provisional firmado en septiembre de 2018 para nombrar obispos en el país.
Con quien sí se iba a reunir el obispo de Roma era con el patriarca Cirilo I, la cabeza de la Iglesia ortodoxa, pero que finalmente ha decidido no acudir al congreso.
En el Papajet, viajan junto al personal de seguridad y la tripulación del avión, 75 periodistas, a los que Francisco ha querido saludar personalmente uno a uno, a pesar de sus problemas de rodilla. En ese momento del viaje, el Pontífice suele recibir una serie de regalos. De camino a Nursultán, se le han entregado una escultura de una paloma de la paz de una asociación mexicana y una tela tradicional de Mozambique donada por las monjas combonianas que han sufrido hace escasos días un ataque en su misión, en el que falleció una de las religiosas.
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