El Papa, a su llegada al plaza de San Pedro este miércoles 15 de noviembre
El Papa lamenta que haya cristianos sin alegría, con «cara de bacalao»
Tras la audiencia general de este miércoles, Francisco ha vuelto a hacer un llamamiento por la paz en Ucrania, Tierra Santa y Sudán
El Papa Francisco ha lamentado en la audiencia de este miércoles que haya cristianos sin alegría, que «tienen cara de bacalao». Asimismo ha asegurado que «un cristiano descontento, triste, insatisfecho o, peor aún, resentido y rencoroso no es creíble» y «hablará de Jesús pero nadie le creerá».
«O anunciamos a Jesús con alegría o no lo anunciamos», ha indicado Francisco en la catequesis de este miércoles celebrada en la plaza de San Pedro. Ha contado también que una persona le dijo, «hablando de estos cristianos, que son cristianos con cara de bacalao, y no expresan nada».
El Papa también ha afirmado que «el Evangelio no es una ideología, es un anuncio de alegría» y que «el Evangelio tiene el calor de la alegría» mientras que «las ideologías no saben sonreír». Y por ello, ha agregado, que «los primeros en tener que ser evangelizados somos nosotros los cristianos. Inmersos en el clima veloz y confuso de hoy, también nosotros, de hecho, podríamos encontrarnos viviendo la fe con un sutil sentido de renuncia, persuadidos que para el Evangelio no haya más escucha y que ya no valga la pena comprometerse para anunciarlo».
El Papa Francisco, tras la catequesis de la audiencia de este miércoles 15 de noviembre
«Los cristianos no podemos ser gente triste ni mucho menos resentida, traumatizada por los propios fracasos o el devenir de la sociedad», ha añadido sobre el tema saludando a los fieles de lengua española.
Por otro lado, ha vuelto a hacer un llamamiento por la paz en Ucrania y en Tierra Santa, así como en Sudán y todos los lugares donde hay guerra, al final de la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro. «¡Queremos la paz!», clamó el papa, que pidió rezar «por la martirizada Ucrania, que sufre tanto, por Tierra Santa, en Palestina e Israel, y no olvidemos Sudán, que también sufre tanto, y pensemos en los lugares donde hay guerra, hay tantas guerras...».
El Pontífice ha pedido a los fieles que dediquen un poco de tiempo a pedir por la paz en el mundo. El conflicto, ha señalado, «está provocando numerosas víctimas, millones de desplazados internos, refugiados en países vecinos y una situación humanitaria gravísima».