El Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Pablo CEU, Tomás Chivato

El Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Pablo CEU, Tomás Chivato

Los malos hábitos alimenticios, por el doctor Chivato

El médico anima a que cambiemos nuestra forma de vivir para conseguir hacer una medicina preventiva

Qué mala vida llevamos en el mundo occidental, en concreto en España y en concreto en una ciudad como Madrid. Comemos mal en lugar de utilizar la dieta mediterránea clásica. Muchas veces abusamos de las comidas procesadas. Se sigue fumando una barbaridad. Parece mentira que todavía el 40% de la población española consuma más o menos algo, pero que fume de forma periódica se toma en ocasiones demasiado alcohol, incluso de alta graduación o alcohol de baja.
Además, llevamos una vida muy sedentaria. Estamos mucho tiempo sentados tanto en el trabajo como en casa, viendo la televisión o delante de las tablets o de las pantallas. Y siendo malo esto del sedentarismo en los adultos, cada vez más lo estamos viendo en los niños. Niños que pasan horas y horas ante la televisión. Esta situación de sedentarismo está produciendo una excepción de sobrepeso y que hace que, en concreto en el ranking de niños con sobrepeso estemos ocupando un elevado puesto de los primeros a nivel de Europa.
Pero además tenemos mucha ansiedad y un poquito de ansiedad, un poquito de estrés, un momento determinado está bien, pero el estrés mantenido, esta vida que llevamos tan acelerada, si sumamos sedentarismo, mala dieta, exceso de alcohol, exceso de tabaco, sedentarismo, se está produciendo que aparezcan muchas enfermedades metabólicas, diabetes, hipertensión. Todo esto muy relacionado con esta mala vida.
Por favor, intentemos entre todos cambiar nuestros hábitos de vida, comer mejor, beber menos alcohol, desde luego, no fumar. Y hay otro factor también que no hemos comentado, que son las adicciones. Hay demasiado consumo de sustancias tóxicas. Desgraciadamente hemos visto hace unos meses el caso de la cocaína rosa, también en un joven de 14 años. No es lo mismo un tóxico en un adulto que en un niño. No es lo mismo la cantidad de alcohol que puede tolerar un joven que un adulto.
Mucho cuidado, porque hay que hacer esa medicina personalizada, preventiva y participativa en función de la edad de cada uno. Cambiemos nuestra forma de vivir para conseguir hacer una medicina preventiva y la aparición de todas estas enfermedades relacionadas con la mala vida que llevamos.
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