Botiquín en casos de resfriados: de la aspirina al ​dextrometorfano

En las últimas semanas se ha producido un repunte significativo de los casos de catarro y gripe, con síntomas que van desde el dolor de garganta hasta la congestión y la secreción nasal, además de estornudos y tos. Ante cuadros leves, la mayoría de los afectados continúa con su actividad diaria y opta por aliviar el malestar con antipiréticos de venta libre, entre los que destacan la aspirina (ácido acetilsalicílico), el paracetamol y el ibuprofeno.

La farmacéutica María Belver recuerda que los síntomas se deben tratar desde el momento de su aparición para evitar posibles complicaciones y reducir el impacto del proceso infeccioso en nuestra calidad de vida. Además, destaca que «es recomendable hacerlo de manera conjunta con un tratamiento multisintomático, que nos permita hacer frente a esta variedad de síntomas con un solo tratamiento. Los medicamentos antigripales combinan diferentes principios activos, como el paracetamol, para tratar el dolor y la fiebre; el dextrometorfano, para tratar la tos seca o irritativa; o la clorfenamina, que reduce la secreción nasal y los estornudos».

Botiquín en caso de resfriado

La aspirina cuyo principio activo es el ácido acetilsalicílico, pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Actúa inhibiendo la ciclooxigenasa y la biosíntesis de las prostaglandinas, lo que reduce el dolor, la inflamación y la fiebre. Los especialistas recomiendan ingerirla después de las comidas y acompañada de un vaso abundante de agua para minimizar la irritación gástrica y favorecer su absorción.

El paracetamol es un analgésico y antitérmico utilizado para aliviar el dolor leve o moderado y reducir la fiebre. A diferencia de otros fármacos, no posee efecto antiinflamatorio, pero su eficacia y perfil de seguridad explican su extendido uso en cuadros como la gripe. Puede tomarse solo o acompañado de agua, zumo o leche. Su efecto comienza a sentirse entre 45 minutos y una hora después de la ingesta y suele prolongarse unas cuatro horas.

El ibuprofeno, al igual que el naproxeno, forma parte de los antiinflamatorios no esteroideos. Se emplea principalmente por su acción antiinflamatoria y analgésica, además de su capacidad para reducir la fiebre. No obstante, los expertos advierten que puede resultar gastrolesivo, ya que afecta la barrera protectora del estómago, y que su uso prolongado podría tener repercusiones negativas en el sistema cardiovascular.

Los antihistamínicos se utilizan para tratar síntomas de origen alérgico, como los asociados a la fiebre del heno, que a menudo se confunden con los del resfriado común. Estos medicamentos actúan bloqueando la histamina, lo que ayuda a disminuir la congestión, la secreción nasal, los estornudos y el picor.

Dextrometorfano es un fármaco antitusivo que inhibe el reflejo de la tos, y que está relacionado con otros antitusivos derivados del opio como la codeína. Está indicado para el tratamiento de la tos que no va acompañada de mucosidad, como la tos irritativa o tos nerviosa.