La bebida que quita la sed y reduce la inflamación intestinal

En vacaciones, las quedadas sociales o la visita al chiringuito hacen que aumente el consumo de bebidas como cerveza, refrescos o tintos de verano pero una vez en casa el agua debe formar parte de las rutinas de hidratación. Para aquellos a los que les cuesta llenar el vaso de agua una opción saludable es el té verde, consumido por más de dos tercios de la población mundial y segunda bebida más consumida después del agua.

Procedente de la planta Camellia sinensis L, la importancia que se le atribuye al té verde en cuanto a sus propiedades medicinales frente al resto de tés reside en su proceso de preparación.

Según un artículo publicado en Elsevier, para preparar el té verde inmediatamente después de recolectar las hojas, éstas se someten a un proceso de secado rápido por acción del vapor (sistema japonés) o por calentamiento (sistema chino). Este proceso casi no altera su composición química, de esta manera las hojas del té verde son estabilizadas evitando su oxidación enzimática, por lo que conservan su contenido en catecinas.

Esta infusión tiene una larga lista de posibles beneficios como la protección contra el cáncer, el desarrollo de una mejor función cerebral o la reducción de los niveles de azúcar en la sangre y la inflamación intestinal.