Gambas cocidas

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Alimentación

¿Puede ser peligroso chupar las cabezas de las gambas?

Se acercan las fiestas navideñas y un producto imprescindible en muchas mesas españolas serán las gambas

Las fiestas navideñas ya están aquí y, con ellas, un gran número de platos y productos exquisitos con el que deleitaremos nuestro paladar. Entre todos estos ricos alimentos hay uno que no suele faltar en nuestra mesa los días de Navidad y fin de año: las gambas.
Las gambas y los langostinos son mariscos muy sabrosos y muy apreciados por su carne que pueden cocinarse de muy diversas maneras. Sin embargo, no son pocos los especialistas que aseguran que es necesario tomar ciertas precauciones a la hora de degustarlos y recuerdan que su consumo está desaconsejado para niños, embarazadas y personas inmunodeprimidas por su alto contenido en ácido úrico.
Algunas personas disfrutan chupando la cabeza de estos crustáceos ya que aseguran que se obtiene un sabor concentrado y muy rico. Pero, ¿es bueno hacer esto? ¿Conlleva algún peligro? Tal y como recoge la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), las gambas y los langostinos contienen cadmio, un metal pesado que se acumula en el hepatopáncreas, el intestino de estos animales, y que precisamente se encuentra en su cabeza.
Como aseguran desde la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades, ingerir alimentos o tomar agua con niveles de cadmio muy altos puede producir irritación grave del estómago, lo que causa vómitos y diarrea y, en casos extremos, la muerte.
En caso de ingerir niveles de cadmio más bajos durante un periodo prolongado, esta sustancia puede acumularse en los riñones y, si alcanza un nivel suficientemente alto, dañarlos.
Por último, la exposición a niveles de cadmio más bajos durante un período prolongado puede aumentar la fragilidad de los huesos de manera que se pueden quebrar fácilmente.

Los peligros del cadmio

Tal y como explica Beatriz Robles, especialista en Nutrición y Dietética y Tecnología de los Alimentos, a Infoveritas, el mayor riesgo de este metal pesado para los humanos es que se acumula «en los riñones y en el hígado» por lo que puede causar disfunciones en estos órganos.
Los niveles de cadmio en gambas y langostinos no son excesivamente elevados por lo que el problema solo puede surgir cuando se produce una acumulación de este metal a lo largo del tiempo por un consumo muy frecuente. Así, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda limitar, en la medida de lo posible, el consumo de carne oscura de los crustáceos, localizada en la cabeza, con el objetivo de reducir la exposición de cadmio, particularmente cuando el consumo es habitual.

¿Es peligroso el consumo esporádico?

Con todo, un consumo esporádico no entraña ningún peligro y, aquellos que así lo deseen pueden chupar las cabezas de estos crustáceos sin temor. Desde la AESAN señalan que «dentro de una dieta variada y equilibrada, un consumo esporádico de estos crustáceos no es un problema para la salud». Por tanto, para AESAN tampoco es peligroso «el aprovechamiento de las cabezas de gambas».
Por su parte Robles asegura que chupar las cabezas de las gambas no es perjudicial en el consumo poco frecuente. Además, estos productos contienen nutrientes «muy interesantes» como proteínas, yodo, calcio o hierro.
Estas navidades, si las gambas no suelen formar parte de tu día a día, disfruta de ellas y cómetelas como más te gusten.
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